Hace meses, estuve trabajando unos días en Bilbao y Getxo, y descubrí dos joyas desconocidas para mi. La arquitectura de Manuel María Smith y las pinturas de Goya en el Museo Municipal de Bellas Artes.
El Museo de Bellas Artes de Bilbao es uno de los más importantes de España, en lo que se refiere a pintura del S XIX y S XX. Entre sus muchas obras, tenía dos «goyas» famosos. Son los retratos de Martín Zapater y de Leandro Fernández de Moratín. Ambos, amigos personales de Goya, eran ilustrados y formaban parte de los círculos reformistas de la monarquía borbónica.
RETRATO DE MARTÍN ZAPATER
Martín Zapater era un rico comerciante aragonés de ideas ilustradas. Reunió una fortuna, con sus negocios de arrendamientos de tierras y préstamos al Ayuntamiento de Zaragoza y otras instituciones. Fue impulsor de la muchas instituciones ilustradas de Aragón: Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, Real Academia de Bellas Artes de San Luis, Jardín Botánico y Teatro de Zaragoza. También tuvo una activa vida política: fue diputado del Común y Regidor del Ayuntamiento de Zaragoza y ennoblecido por Carlos IV.
Muy amigo de Goya, Zapater fue retratado por él dos veces. Uno de los cuadros es de 1790 y está en Puerto Rico. El segundo es el del Museo de Bilbao y es de 1797.
RETRATO DE LEANDRO F. MORATÍN
Leandro Fernández de Moratín fue un dramaturgo y poeta. Es más relevante comediógrafo neoclásico del S XVIII. Algunas de sus comedias, como «El Sí de las Niñas» o «La Comedia Nueva» rompieron los moldes del acartonado teatro tradicional español, importando modelos literarios y planteamientos sociales franceses.
Moratín era de noble familia asturiana. Pronto entró a formar parte de los círculos políticos ilustrados y reformistas, de la mano de su compatriota Jovellanos y, más tarde, del aragonés Gabarrús, también mentor de Goya. Moviéndose ambos en los círculos ilustrados y reformistas de Madrid, pronto fueron amigos.
Goya retrató a su amigo en dos ocasiones. Esta es la segunda, cuando eran compañeros en el exilio. Gracias a las cartas que el dramaturgo enviaba a Melón conocemos muchas noticias de los últimos años de la vida de Goya en Burdeos. del S XVIII
En este segundo retrato, Moratín aparece con todo el realismo de la última etapa de Goya. Tiene el aspecto de un hombre de edad. No es ya el joven escritor de éxito del primer retrato. Goya empleó tonalidades oscuras. El autor viste un batín informal y no lleva corbata. Destaca, en cambio, el blanco intenso de la camisa; junto al rosado de la piel, contrasta sobre el fondo del cuadro.
LOS NUEVOS GOYA. LA FAMILIA ADÁN DE YARZA
En mi última visita, descubrí que se habían añadido otros tres «goyas» a los dos tradicionales. Son los retratos que pintó Francisco de Goya de tres miembros de la familia Adán de Yarza, vizcaína de Lekeitio. Representan a Bernarda Tavira, su hijo Antonio Adán de Yarza y la esposa de éste María Ramona de Barbachano.
Antonio Adán de Yarza y Taviria fue un aristócrata y rentista y prestigioso político ilustrado vizcaíno, muy influyente en el señorío de Vizcaya en la época de Carlos IV y durante la invasión napoleónica. Fue hijo de Fernando Adán de Yarza y Bernarda de Tavira. Por herencia familiar era Preboste y Alférez Mayor Perpetuo de las merindades de Busturia y Zornotza.
En 1787 se casó con Ramona María de Barbachano, perteneciente a una de las familias de comerciantes más destacadas del Bilbao de finales del XVIII. Adán de Yarza residía en la villa desde 1784 y desarrolló un notable interés por actividades culturales: fue miembro de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País y promotor del primer teatro de Bilbao.
También fue un activo político liberal en el Bilbao del cambio de siglo. Fue miembro del Ayuntamiento y llegó a alcalde en 1808. Tras la Guerra de Independencia, fue sancionado por su actitud pro francesa y no volvió a la política hasta el Trienio Liberal, cuando fe elegido regidor del Ayuntamiento de Bilbao, de nuevo. Fue diputado en las Juntas Generales de Vizcaya en 1799, 1800, 1808 y 1833.
Se cree que Goya pintó los tres retratos en Madrid hacia 1787, año en que Antonio y María Ramona se casaron. Goya entonces, pintor de cámara del rey, tenía una intensa actividad retratística.
Los Adán de Yarza instalaron los tres cuadros en el Palacio de Zubieta, la casa solariega que la familia tiene en Lekeitio. Permanecieron en manos de la familia y en los salones de Zubieta desde 1794 hasta el estallido de la Guerra Civil.
En 1936, el Gobierno Vasco tomó la iniciativa de recoger las colecciones artísticas y después evacuarlas a Francia. De acuerdo con los descendientes de los Adán de Yarza, el Gobierno trasladó los tres “goyas” al País Vasco francés. En 2017 se trasladaron, por acuerdo de la familia y el gobierno vasco, al Museo de Bellas Artes de Bilbao.