Enero de 2024. Por el Sur de Cataluña. Tarragona, Reus y Tortosa. La ciudad de Tortosa creció a la orilla del Ebro. En la montaña, su castillo controlaba el que era único puente sobre el río, en muchos kilómetros.
Los árabes resistieron en Tortosa las embestidas cristianas, durante gran parte de la Edad Media. Dominando el castillo (la zuda), dominaban el río y la huerta. Reconquistada en el S XIII, Tortosa se convirtió en un poderoso obispado, que se extendía por las ricas huertas del Sur de Tarragona y Norte de Castellón. Los moriscos siguieron viviendo en Tortosa, hasta el S XVII.
TORTOSA MEDIEVAL
La Tortosa medieval se extiende desde la orilla del Ebro, donde está la Catedral, subiendo por la colina, hasta el Castell, en la cúspide.
CASTELL DE LA ZUDA
En el punto más alto de Tortosa, se encuentra la Suda, antigua castillo árabe y después cristiano. Ahora Parador, conserva bastante del castillo medieval, parcialmente árabe y cristiano. Desde allí, hay bonitas vistas de Tortosa y del Valle del Ebro: las huertas que rodean al río, y las montañas más alejadas, el contraste entre el verde del valle y el gris de las colinas.
CATEDRAL
La Catedral de Sta. María y los palacios curiales y nobiliarios se encuentran cerca del Río Ebro, en la base de la colina donde está la Suda.
La gótica Catedral de Tortosa se parapeta detrás de una enorme fachada barroca, S. XVIII. Ésta se divide en cinco cuerpos separados por pilastras enormes; muy barroca acumula estructuras clásicas y formas caprichosas.
Su interior gótico S XIII y XIV es de líneas sobrias y arcos muy elevados, que permiten la entrada de mucha luz. Las tres naves están separadas por pilares. La nave central tiene dos pisos sostenidos por arcos muy altos; las laterales se prolongan en la girola detrás del ábside. Los contrafuertes de la cabecera están abiertos: sus capillas no están separadas por paredes.
La Catedral «esconde» unos de los retablos más importantes de Cataluña: La Transfiguración de Jaume Huguet, de estilo gótico internacional (1475), pero ya influido por la pintura flamenca. Tiene figuras de gran delicadeza y rica decoración.
Claustro
El austero claustro del S XV está adosado a la catedral. Tiene la simplicidad del gótico catalán, con arcos apuntados sin decoración.
PALACIO EPISCOPAL Y PALACIOS DE LA NOBLEZA
Frente a la Catedral, junto al río, está el Palacio Episcopal, de los S XIII y XIV. Su fachada, muy austera, tiene una puerta de medio punto y ventanas góticas. En el interior, el característico patio catalán / mediterráneo, con escalera y finas columnas.
En el barrio de la Catedral, resisten edificios antiguos de buena traza, pero muy mal cuidados. Sólo se salvan algunos palacios nobiliarios o de altos cargos de la Curia episcopal. Se salvan los restaurados Palau Despuig y Palau Oliver de Boteller, ambos góticos del S XV de transición al renacimiento, y alguno más.
TORTOSA RENACENTISTA
Cerca de la Catedral, la otra joya de Tortosa: los Reales Colegios. Fueron creados por Carlos V, en el S XVI, para educación de los moriscos. Son de los pocos edificios Renacimiento de Cataluña.
El Col.legi de Sr. Lluís (antes Col.legi de St. Jaume i St. Matías) es el mejor conservado. Es de mediados del S XVI y plenamente renacentista. La sencilla fachada tiene una entrada renacentista, en tres cuerpos. El patio es una obra clave del Renacimiento en Cataluña; tiene tres armónicos pisos, con arcos, y decorados con figuras en relieve.
Haciendo esquina, encontramos el Col.legi de St. Jordi, que conserva la fachada renacentista del S XVI. Enfrente, el Convent de Sant Doménec, con fachada clasicista también, aunque interior gótico todavía en el S XVI. Ambos edificios comparten un claustro gótico renacentista del S XVI.
TORTOSA MODERNISTA
Finalmente, debe destacarse la importancia del modernismo en Tortosa, aunque mucho edificios fueron destruidos durante la Guerra Civil. A fines del S XIX, Tortosa se desarrolla, por la actividad económica relacionada con el olivo, el vino y la agricultura en general, en las comarcas del Ebro, y su transporte . Es un momento de construcción de viviendas historicistas y modernistas, para la nueva burguesía, en el centro y el ensanche tortosinos.
Destacan las obras del arquitecto municipal Pau Montguió. Por ejemplo, la Casa Matheu (1907) y la Casa Grego (1908). Monguió había sido arquitecto en Teruel, y adaptó a Tortosa su experiencia de trabajo modernista con ladrillo, hierro forjado y otros elementos tradicionales.
Tortosa tiene dos edificios públicos, símbolo de la tradición de finales del S XIX y principios del S XX de aplicar la mejor arquitectura a los edificios de uso práctico, como los «cellers» vinícolas. Joan Torras proyectó el Mercado Municipal (1887) y Pau Monguió, arquitecto municipal, proyectó el matadero modernista (1908) .