Renacimiento Italiano

LEÓN BATTISTA ALBERTI Y BERNARDO ROSSELLINO. RENACIMIENTO, ARQUITECTURA E IMITACIÓN

Interesante relación entre dos de los mayores arquitectos del Renacimiento toscano florentino: León Battista Alberti y su discípulo Bernardo Rosellino.

LEÓN BATTISTA ALBERTI, HUMANISTA Y ARQUITECTO

Leon Battista Alberti nació en Génova, en 1404, de padres florentinos exiliados, y murió en Roma en 1472. Fue uno de los humanistas más polifacéticos del Renacimiento italiano. Fue tratadista de arte, poeta, secretario de tres papas y, sobre todo, arquitecto. Dejó obras claves del nuevo clasicismo arquitectónico en Florencia y Padua.

ACTIVIDAD COMO ARQUITECTO

Alberti trabajó como arquitecto, especialmente para Giovanni di Paolo Rucellai, comerciante y humanista, amigo íntimo suyo.

Florencia

En 1447, se le encarga la construcción del Palacio Rucellai, realizado entre 1450 y 1460. Su intervención se centra en la fachada, en la que imita el opus reticulatum romano. Está formada por tres planos superpuestos, separados horizontalmente por cornisas; las filas de columnas tienen distintos órdenes de origen clásico, igual que el Coliseo: dóricas, jónicas y corintias. El palacio fue el modelo de muchas residencias señoriales florentinas.

En 1456, por encargo de Rucellai, proyecta la fachada de la iglesia de Santa Maria Novella. Alberti integró su fachada clasicista en la anterior iglesia gótica. Entre las puertas góticas con arcos apuntados de la fachada, insertó una portada clásica. La separó de la parte gótica con una franja de mármol, inspirada en el románico florentino de la iglesia de San Miniato al Monte.

En 1467, Rucellai le encarga una nueva obra: el templete del Santo Sepulcro en la iglesia de San Pancracio de Florencia. Construye un paralelepípedo, decorado con mármol, con figuras y decoraciones geométricas, también inspiradas en el románico toscano.

Rímini

En 1450, Segismundo Malatesta, Señor de Rímini, le encarga la transformación de una vieja iglesia en un un nuevo templo, en honor de la familia Malatesta: es el Templo Malatestiano. Para integrar la antigua iglesia, Alberti concibió un muro inspirado en modelos romanos y góticos venecianos. La fachada tiene forma de arco de triunfo, con una puerta central y dos arcos menores.

Mantua

En 1459, Ludovico Gonzaga, Duque de Mantua, le invitó a su ciudad, para que construyera la iglesia de San Sebastián. El edificio tiene planta de cruz griega. Está dividido en dos pisos, uno de ellos enterrado, con tres brazos y ábsides. El brazo anterior tiene un pórtico con cinco aberturas. En la fachada, el arquitrabe con tímpano se inspira en el arco de triunfo romano de Orange.

En 1470, los Gonzaga le encargaron, también, la construcción de la iglesia de San Andrés; se empezó en 1472. Tiene planta de cruz latina y una nave única, con capillas laterales rectangulares. Se inspira en el arco de triunfo romano de Ancona. La fachada se inscribe en un cuadrado.

BERNARDO ROSELLINO, EL DISCÍPULO FIEL … ¿O IMITADOR?

Bernardo Rossellino nació en Florencia, en 1409, y murió en Florencia, en 1464. Fue uno de los grandes arquitectos del Renacimiento toscano, y discípulo de Alberti. Trabajó con él en el Palacio Rucellai, por ejemplo.

Florencia y Arezzo

Arezzo. Palacio dell Fraternitá dei Laici

En Arezzo, en 1435, aplicó una fachada con elementos romanos al Palazzo della Fraternita della Misericordia. ​En torno 1453 intervino con Brunelleschi en el claustro de la Basílica de Santa Croce de Florencia.

Además de sus obras en Toscana, trabajó mucho en Roma. Aunque poco ha quedado de sus construcciones.

Pienza

La obra más completa de Rossellino fue la planificación idealizada de Pienza, la antigua Corsignano. El humanista Eneas Silvio Piccolomini, entonces ya Papa Pio II (1458-1464) quiso realizar un entorno monumental en su lugar natal, diseñado según los nuevos principios urbanísticos y arquitectónicos renacentistas.

Rossellino dispuso alrededor de la plaza principal el Duomo, el Palacio Comunal, el Palacio episcopal y el Palacio Piccolomini, para la familia papal. Concibió un centro inspirado por anteriores edificaciones de su maestro Alberti.

El edificio principal de la plaza es la Catedral, construida de 1459 a 1462. Presenta una fachada influida por Alberti: tímpano, alta columnas adosadas a pilastras. El interior es gótico y muy austero: Pio II quería una iglesia que recordase las «iglesias hall» alemanas.  

El Palacio Comunal tiene un pórtico con tres arcos sobre columnas jónicas. La fachada presenta una torre del reloj y tiene ventanas renacentistas similares a los palacios nobiliarios florentinos.

El Palacio Episcopal tiene un aspecto claramente renacentista. Así, la pavimentación regular acentúa la perspectiva. La fachada muestra dos órdenes de ventanas rectangulares renacentistas, separados por cornisas albertianas, y un gran portal con tímpano.

Por último, el gran Palacio Piccolomini, también construido de 1459 a 1462. Incorpora motivos del Palacio Rucellai de Alberti, en Florencia: puertas, almohadillado, ventanas.

Siena y Grosseto

Rossellino también proyectó edificios en Grossetto y Siena, para el Papa Pio II.

En Siena, el Palacio Piccolomini, costruido entre 1460 y 1495 para Caterina Piccolomini, hermana de Pio II: edificio de tres plantas con fachada almohadillada y ventanas, según modelos de los palacios florentinos.

POLLAIUOLO, BOTICELLI Y «Q» DEL MI6 BRITÁNICO

Sir Thomas Merton, el famoso coleccionista de arte y «connoisseur» del Renacimiento italiano fue también el primer «Q» del MI6 (Servicio Secreto) británico. Lo he descubierto, gracias a Vincent deLuise. Merton (1888 – 1969) fue físico e inventor de profesión, y un gran experto en pintura del Renacimiento. 

MERTON, INVESTIGADOR Y «ESPÍA»

Investigador de espectroscopia y “espía”. 1913 – 1918

John Merton. Sir Thomas Merton. 1960. National Portrait Gallery

Merton inició su carrera científica, en 1913, estudiando espectroscopia, primero en la Universidad de Oxford y después en el King ‘s College de Londres. 

Durante la Primera Guerra Mundial, siguió su actividad investigadora, trabajando para el Servicio Secreto. Se hicieron famosos su identificación de la tinta secreta que usaban los espías alemanes y su invención de un nuevo tipo de escritura secreta. 

Rejillas de difracción 

Después de la guerra, Merton volvió a su actividad investigadora “civil” universitaria. A partir de 1928, trabajó en rejillas de difracción. Así se crearon espectrómetros infrarrojos baratos de alto poder de resolución para la investigación y la industria.

Experimentos con rayos catódicos

La vida del Profesor Merton cambió con la Segunda Guerra Mundial. 

Llevaba años trabajando en rayos catódicos, por mera afición. Sus descubrimientos fueron aplicados a la creación del radar, en los años 30, especialmente a partir del principio de la Segunda Guerra Mundial. Gracias a sus invenciones, los radares fueron una defensa muy eficaz frente a los aviones alemanes que intentaban bombardear el Reino Unido.

También desarrolló otros inventos muy utilizados en la defensa de su país, frente a los ataques nazis. 

MERTON, COLECCIONISTA DE ARTE Y EXPERTO EN EL RENACIMIENTO

Stubbings House. 1765. Sede de la colección de Merton, durante su vida

Merton era un apasionado coleccionista de arte, desde joven. Experto conocedor del Renacimiento italiano, amasó una notable colección de cuadros del período entre 1450 y 1520. 

Al desarrollar su colección, Sir Thomas siguió sus propios intereses y gustos personales. La colección era muy homogénea: la mayoría de sus obras eran del período de 1450 a 1520. Dio preferencia a los retratos sobre los paisajes; y, entre los retratos, a los que transmitían una idea muy clara de la vida, el gusto y el color de su época.

Veintidós de las obras de Sir Thomas eran italianas y diez de las escuelas del Norte de Europa. Sir Thomas tenía su colección en Stubbings House, su residencia cerca de Londres. A su muerte, se desperdigó.

Tesorero de la Royal Society y patrono de la National Gallery

De 1939 a 1956, Merton fue tesorero de la Royal Society, donde su conocimiento y experiencia empresarial fueron de gran ayuda. 

Desde 1944 hasta su muerte, fue miembro del consejo asesor y patrono de la National Gallery.

En la colección de pinturas de Sir Thomas Merton, destacaban dos retratos, con muchos elementos parecidos: un Pollaiuolo y un Botticelli.

POLLAIUOLO. RETRATO DE JOVEN 

Piero del Pollaiuolo pintó este “Retrato de un Joven” hacia 1460. Se desconoce la identidad del joven. En esa época, se pusieron de moda los retratos aislados de hombres y mujeres, inspirados en las esculturas renacentistas de busto entero. 

La figura humana estaba dejando de ser un simple adorno, como las multitudes pintadas en los frescos o los donantes en los retablos. Se empezaba a buscar el parecido individual en pinturas pensadas para colgar en las paredes de las habitaciones privadas de los palacios de burgueses y aristócratas. 

Algunos retratos se pintaban, con ocasión de un matrimonio o muerte de un miembro importante de una familia. Otros eran prendas de amistad o matrimonio o regalos entre socios. 

Este retrato de Pollaiuolo parece destacar la importancia de la familia del joven. Impasible y en una pose sencilla, el joven está ricamente vestido. Su pose y forma de vestir quieren sugerir que tiene una alta posición social. 

Está mirando al espectador, de cara, no de perfil. Su busto y brazos evocan las esculturas renacentistas en mármol, de moda entonces. Al fondo, un cielo con distintos tonos de azul, cruzado por nubes que flotan. Pollaiuolo muestra su interés por la textura de lo que representa la pintura.  

BOTTICELLI. RETRATO DE UN JOVEN SOSTENIENDO UN MEDALLÓN 

Sandro Botticelli pintó su “Retrato de un Joven sosteniendo un medallón” pocos años después, en 1480.  

Se desconoce la identidad del personaje del retrato, pero los críticos sugieren que podría ser alguien de la familia Medici, ya que Lorenzo de Medici fue el principal benefactor de Botticelli. La figura del santo barbudo en el medallón se añadió después.

El retrato de perfil o de medio lado estaba de moda en la Italia del tiempo de Botticelli. Era una evolución natural de la escultura de busto, a su vez, inspirada en las medallas que retrataban a un noble o un condottiero, con claros antecedentes en las monedas romanas. 

La pintura pretende representar los ideales de belleza de la alta sociedad florentina del Renacimiento. La túnica del joven es de una calidad sencilla y fina con un color azul poco frecuente raro en la época. 

El joven está retratado frente al marco de una ventana en que se plasman planos de color. El marco interior es gris, con tonos entre azulados y gris oscuro. Un dedo del joven, que sostiene el medallón, descansa sobre una franja gris en la parte inferior de la pintura. La posición de la mano crea la ilusión de que el medallón sobresale del cuadro.

DOS RETRATOS DE GHIRLANDAIO EN MADRID Y LISBOA. GIOVANNA TORNABUONI EN EL MUSEO THYSSEN

Dos de los museos privados más importantes de Europa, el Museo Thyssen en Madrid y el Museu Gulbenkian en Lisboa, tienen cada uno el retrato de una joven de la Florencia de los Medici, pintado por Domenico Ghirlandaio, a fines del S XV. 

Ambos retratos tienen mucho en común, en su aspecto general. Una joven, situada de perfil y con aspecto meditabundo. Además, ambos tienen una historia paralela detrás.

Domenico BigordiGhirlandaio” (Florencia 1448 a 1494) trabajó en la Florencia de Lorenzo el Magnífico. Era el retratista de la alta sociedad florentina, por su estilo preciso y amable. Es famoso por dos ciclos de frescos en Florencia: en la Capilla Sassetti y la Capilla Tornabuoni. Cada uno de estos dos retratos está conectado con una de esas dos capillas.

El Museo Thyssen contiene un retrato de una joven de la familia Tuornabuoni: Giovanna degli Albizzi, mujer de la alta burguesía florentina que se casó con Lorenzo Tornabuoni. Murió de parto en 1488, año de la pintura. Ha sido identificada gracias a retratos en la Capilla Tornabuoni de la Iglesia de Santa María Novella, en Florencia.

BASÍLICA DE SANTA MARÍA NOVELLA

La Basílica de Santa María Novella es una de las iglesias más importantes de Florencia, Centro de los dominicos en la ciudad, fue construida en el S XIII, en estilo gótico. En el S XV, se le añadió una famosa fachada renacentista.

Fachada

La fachada de mármol es un modelo de la arquitectura del del Renacimiento florentino. Comenzada en 1456, se finalizó en 1470. Está recubierta de mármol blanco y verde. Seis nichos entre columnas flanquean las dos portadas laterales, de estilo gótico.

Leon Battista Alberti transformó la fachada en estilo renacentista: la gran puerta central, los frisos y la parte superior, en mármol blanco y verde oscuro. Alberti armonizó los elementos góticos con los nuevos, renacentistas. Las incrustaciones bicolores se inspiran en el románico florentino, de San Miniato al Monte. También son de Alberti las dos volutas de la fachada, que cubren la distancia de altura entre nave central y laterales.

Interior

La iglesia presenta una planta de cruz latina, con características típicas de la arquitectura gótica dominicana, dividida en tres naves, de arcos apuntados y separadas por columnas. Contiene numerosas obras de arte; destaca el fresco de La Trinidad, obra de Masaccio.

CAPILLA TORNABUONI. VIDA DE LA VIRGEN

Capella Tornabuoni. Santa Maria Novella. Florencia

La Capilla Tornabuoni es la capilla mayor de la basílica de Santa María Novella. Contiene uno de los más vastos frescos de Florencia. Fue ejecutado por Domenico Ghirlandaio y su taller entre 1485 y 1490.

Giovanni Tornabuoni contrató a Ghirlandaio, para que pintara al fresco la capilla mayor, con escenas de la vida de María y San Juan Bautista, patrón de Florencia.

Ghirlandaio era popular entre la alta burguesía, por su forma de ambientar las escenas sagradas en la vida social de la época, incluyendo retratos de miembros de la alta sociedad de Florencia.

Los frescos de la Capilla Tornabuoni desarrollan escenas de la vida de la Virgen Maria y de San Juan Bautista, sobre las tres paredes. Las de la derecha y la izquierda, presentan tres filas de escenas.

La pared del fondo tiene una vidriera diseñada por Ghirlandaio. En la parte baja están retratados Giovanni Tornabuoni y su mujer. Preside una luneta con la Coronación de la Virgen.

Las escenas de la pared izquierda se refieren a la Vida de la Virgen María.

Incluyen escenas de: la expulsión de Joaquín del templo; el nacimiento de María; la presentación de María en el Templo; el casamiento de la Virgen; el nacimiento de Cristo; la matanza de los inocentes; y la muerte y asunción de la Virgen.

Las escenas de la pared derecha se refieren a la Vida de San Juan Bautista. 

Se inicia con un punto de contacto con la vida de la Virgen: la Visitación. El resto de escenas son: la aparición del Ángel a Zacarías; el nacimiento de San Juan; Zacarías, mudo, escribe el nombre de su hijo; la predicación de San Juan; el bautismo de Cristo; el banquete de Herodes.

Giovanna Tuornabuoni aparece en dos de las escenas de estos frescos: en la “Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel” y en el “Matrimonio de la Virgen”. 

RETRATO DE UNA JOVEN DE LA FAMILIA TORNABUONI. MUSEO THYSSEN 

Giovanna degli Albizzi, o Giovanna Tornabuoni tras su matrimonio (1468 – 1488) fue una joven de la alta burguesía florentina del Quattrocento. Los Albizzi eran ricos mercaderes de lana, y jefes de una facción de los güelfos. Ostentaron mucho poder y los máximos cargos ciudadanos, antes de los Medici.

Matrimonio y retratos de pintores famosos

Sandro Botticelli. Venus y las Tres Gracias ofrecen regalos a una joven. 1486. Louvre

La familia Albizzi era rival de los Medici. El matrimonio de Giovanna con Lorenzo Tornabuoni, pariente de los Medici, significó un acercamiento entre las dos familias. El suegro de Giovanna era Giovanni Tornabuoni, tío de Lorenzo el Magnífico y tesorero papal. Giovanna murió de parto en 1488 y fue enterrada en Santa Maria Novella.

Para conmemorar los esponsales de Giovanna con Lorenzo Tornabuoni, Botticelli decoró la logia de Villa Tornabuoni con unos frescos de escenas alegóricas, una de las cuales estaba dedicada a la esposa: Venus y las tres Gracias ofrecen regalos a una joven.

Giovanna aparece también en los frescos de Ghirlandaio en Capilla Tornabuoni. Su retrato de cuerpo entero figura en el Nacimiento de la Virgen y en la Visitación: con el mismo vestido con que fue retratada en una obra de caballete, un traje suntuoso de damasquinado dorado.

RETRATO DE GIOVANNA TORNABUONI

Ghirlandaio le dedicó algunos retratos. El del Museo Thyssen es el más célebre.

La pose es típica del Quattrocento florentino y está copiada de las medallas y monedas romanas. De perfil sobre un fondo neutro, oscuro, que resalta la elegancia de Giovanna. 

La modelo está de medio cuerpo, enmarcada por estructuras geométricas. Lleva los cabellos recogidos en la nuca y rizos cayendo sobre los lados de la cara. Su perfección ideal se hace eco en la alacena de fondo, construida en base a esquemas geométricos. 

Los objetos del fondo se refieren a la virtud de la joven. La hilera de cuentas de coral simboliza el amor a Cristo, las joyas y el libro son aficiones de jóvenes de buena familia. Al fondo, un texto en latín: “Arte, quiera el cielo que puedas representar su carácter y virtud; no habría en la tierra pintura más bella. 1488”.

DOS RETRATOS DE GHIRLANDAIO EN MADRID Y LISBOA. UNA JOVEN EN EL MUSEO GULBENKIAN

Dos de los museos privados más importantes de Europa, el Museo Thyssen en Madrid y el Museu Gulbenkian en Lisboa, tienen cada uno el retrato de una joven de la Florencia de de los Medici, pintado por Domenico Ghirlandaio, a fines del S XV. 

Domenico Bigordi “Ghirlandaio” (Florencia 1448 a 1494), fue un importante y prolífico pintor cuatrocentista de Toscana. Trabajó, sobre todo, en Florencia, en la época de Lorenzo el Magnífico. Hacia 1480 se convirtió en el “retratista oficial” de la alta sociedad florentina, gracias a su estilo preciso y amable. Dirigió un numeroso taller, en el que Miguel Angel dio sus primeros pasos.

Ambos retratos tienen mucho en común, en su aspecto general. Una joven, situada de perfil y con aspecto meditabundo. Además, ambos tienen una historia paralela detrás.

Ghirlandaio es famoso por dos grandes ciclos de frescos: en la Capilla Sassetti y la Capilla Tornabuoni, ambas en Florencia. Cada uno de estos dos retratos está conectado con una de esas dos capillas.

El Museo Calouste Gulbenkian tiene un retrato de una joven de la familia Sassetti, pintado por Ghirlandaio. La joven aparece en la Capilla Sassetti de la Iglesia de Santa Trinità en Florencia.

CHIESA DI SANTA TRINITA

La Basílica de la Santa Trinidad (Santa Trinità) de Florencia se encuentra en el centro de la ciudad. Es la iglesia madre de la Orden de Vallombrosa de monjes, fundada en 1092 por un noble florentino. Cerca está el Ponte Santa Trinità sobre el río Arno. 

El edificio actual se construyó sobre una iglesia románica previa. Entre 1250 y 1258 se inició la ampliación en estilo gótico sobre un proyecto de Nicola Pisano. Fue una de las primeras iglesias góticas de Florencia, precedida únicamente por la Basílica de Santa Maria Novella, cuyas obras comenzaron en 1242. Las obras se acabaron en el S XIV. 

La iglesia acogió importantes obras de arte, como la Maestà de Cimabue, ahora en los Uffizi . 

Posteriormente ha sufrido varias reconstrucciones. La fachada manierista es de fines del S XVI y fue diseñada por Bernardo Buontalenti. 

Capella Sassetti. Santa Trinità. Florencia

CAPILLA SASSETTI. VIDA DE SAN FRANCISCO 

La Capilla Sassetti está situada en la basílica de la Santa Trinidad en Florencia. Es famosa por sus frescos de las Historias de San Francisco de Domenico Ghirlandaio.

Francesco Sassetti (1421–1490) era un rico banquero y miembro del entorno de la familia Medici, para la cual dirigió el Banco Medici. En 1478 adquirió la capilla de San Francisco en Santa Trinidad.

En 1480, Sassetti encomendó la ejecución de los frescos a Domenico Ghirlandaio, pintor de moda entre la alta burguesía de Florencia. El trabajo se ejecutó entre 1483 y 1486.

Ghirlandaio retrató numerosas figuras de la sociedad florentina contemporánea en las escenas. El trabajo muestra la influencia de la escuela flamenca en Ghirlandaio. Especialmente, la Adoración de los Pastores de Hugo van der Goes (también llamado Tríptico Portinari), llevado por éste a Florencia en 1483, fue el modelo del retablo de la Adoración de los Pastores de Ghirlandaio. 

Los frescos cubren tres paredes. Las dos paredes laterales albergan las tumbas de Francesco Sassetti y su esposa Nera Corsi, creación de Giuliano da Sangallo. Al lado del altar, hay retratos de Sassetti, a la derecha, y de su esposa Nera Corsi a la izquierda; oran mirando el retablo de la Adoración de los Pastores, también de Ghirlandaio.

El ciclo de frescos se extiende sobre tres paredes de la capilla e incluye seis escenas: Renuncia a los Bienes Mundanos; La Confirmación de la Regla Franciscana; La Prueba del Fuego; El Milagro de los Estigmas; Muerte de san Francisco; La Resurrección del Niño. 

RETRATO DE DONCELLA. MUSEO GULBENKIAN 

Ghirlandaio. Retrato de una joven. 1490 – 1494. Museu Gulbenkian. Lisboa

Ghirlandaio pintó el Retrato de Mujer Joven del Museo Calouste Gulbenkian de Lisboa, hacia 1490. La joven del cuadro recuerda a la familia Sassetti, retratada por el pintor en la Capilla Sassetti de la Basílica de Santa Trinità.

El retrato representa a una mujer joven, de medio perfil. El vestido es a la moda de la alta burguesía florentina de la época con superposición de vestidos adaptados al cuerpo y el escote adornado con un collar de coral.

La modelo ha sido identificada, por las similitudes con los personajes retratados por Ghirlandaio en sus frescos de la Capilla Sassetti de la Iglesia de Santa Trinità, en Florencia.

Francisco resucita a un niño

La representación femenina de Ghirlandaio es un compromiso estético. La alta burguesía toscana pide realismo en los retratos, según la moda flamenca. Pero Ghirlandaio privilegia la estilización idealista y la unidad decorativa de la escena Sus formas equilibradas y su armonía cromática simbolizan un orden ideal.

Buen ejemplo de las representaciones del siglo XIV, la joven presenta la cabeza vuelta en tres cuartos, y su busto se destaca sobre un fondo neutro. El corte de pelo recuerda a personajes pintados en la Capilla Sassetti.  Ghirlandaio busca una figuración naturalista del rostro, aunque sin gran atención al detalle.

LA “DIVINA COMEDIA” DE DANTE Y “EL ALEPH” DE BORGES (1/2)

Jorge Luis Borges fue un ferviente lector de la DIVINA COMEDIA y gran admirador de la épica poesía de DANTE ALIGHIERI.

En “Siete Noches”, Borges explica cómo descubrió la DIVINA COMEDIA. En una edición italiana, con traducción al inglés, idioma que dominaba. Leyó la obra, en los largos y aburridos viajes en tranvía, que hacía diariamente, desde el Norte de Buenos aires, donde vivía, hasta el Sur de la ciudad, en Almagro, en cuya biblioteca trabajaba. Primero, leía un terceto en inglés -para entenderlo; después en italiano, para gozar de la sonoridad y belleza del texto. Finalmente, leía el Canto entero, en inglés e italiano.

La obra de Dante influyó en muchas de las historias de Borges. De manera especial, en EL ALEPH, considerada su obra más importante. El ALEPH, cuento de tono sarcástico publicado en 1949, relata una curiosa e inquietante historia sucedida en el Buenos Aires de los años ´30.

El texto de EL ALEPH se puede considerar un verdadero homenaje a Dante en forma de parodia. Incluso Borges termina su relato, con una experiencia similar a la de Dante en el Paraíso, con la que éste acaba su DIVINA COMEDIA: la visión de Dios.

EL FINAL DEL PARAÍSO DE LA DIVINA COMEDIA

Dante explica su visión de Dios en el Canto XXXIII del Paraíso. Con ello, acaba su Divina Comedia:

Dante es acompañado por su amada Beatriz, durante su visita al Paraíso, la última parte de la Divina Comedia. En lo más alto del Paraíso, en el centro de los círculos angélicos, Beatriz muestra Dios a Dante. Éste ve una luz intensísima: le ciega pero no puede apartar su mirada de ella.

«Mi mirada, volviéndose pura, más y más penetraba por el rayo de la alta luz que es cierta por sí misma.

Fue mi visión mayor en adelante de lo que puede el habla, que a tal vista, cede y a tanto exceso la memoria.

Como aquel que en el sueño ha visto algo, que tras el sueño la pasión impresa permanece, y el resto no recuerda, así estoy yo, que casi se ha extinguido mi visión, más destila todavía en mi pecho el dulzor que nace de ella.

Así la nieve con el sol se funde; así al viento en las hojas tan livianas se perdía el saber de la Sibila.

¡Oh suma luz que tanto sobrepasas los conceptos mortales! A mi mente di otro poco, de cómo apareciste. Haz que mi lengua sea tan potente, que una chispa tan sólo de tu gloria legar pueda a los hombres del futuro.

Pues, si devuelves algo a mi memoria y resuenas un poco en estos versos, tu victoria mejor será entendida.

Creo, por la agudeza que sufrí del rayo, que si hubiera retirado la vista de él, hubiéseme perdido.

Esto, recuerdo, me hizo más osado sosteniéndola, tanto que junté con el valor infinito mi vista.

¡Oh gracia tan copiosa, que me dio valor para mirar la luz eterna, tanto como la vista consentía!

En su profundidad vi que se ahonda, atado con amor en un volumen, lo que en el mundo se desencuaderna. Sustancias y accidentes casi atados junto a sus cualidades, de tal modo que es sólo débil luz esto que digo.

Creo que vi la forma universal de este nudo, pues siento, mientras hablo, que más largo se me hace mi deleite.

Observando atentamente esa luz divina, Dante descubre que está formada por tres círculos (la Trinidad) y que contiene todos los puntos del Universo. Finalmente, Dante no tiene fuerzas para seguir mirando la luz que contiene todas las luces, por su intensidad, y cae desmayado.

Me causa un solo instante más olvido que veinticinco siglos a la hazaña que hizo a Neptuno de Argos asombrarse.

Así mi mente, toda suspendida, miraba fijamente, atenta, inmóvil, y siempre de mirar sentía anhelo. Quien ve esa luz de tal modo se vuelve, que por ver otra cosa es imposible que de ella le dejara separarse.

Pues el bien, al que va la voluntad, en ella todo está, y fuera de ella lo que es perfecto allí, es defectuoso.

Han de ser mis palabras desde ahora, más cortas, y esto sólo a mi recuerdo, que las de un niño que aún la leche mama.

No porque más que un solo aspecto hubiera en la radiante luz que yo veía, que es siempre igual que como era primero. Más por mi vista que se enriquecía cuando miraba su sola apariencia, cambiando yo, ante mí se transformaba.

En la profunda y clara subsistencia de la alta luz tres círculos veía de una misma medida y tres colores. Y reflejo del uno el otro era, como el iris del iris, y otro un fuego que de éste y de ése igualmente viniera.

¡Cuán corto es el hablar, y cuán mezquino a mi concepto! Éste a lo que vi, lo es tanto que no basta el decir «poco».

¡Oh luz eterna que sola en ti existes, sola te entiendes, y por ti entendida y entendiente, te amas y recreas! El círculo que había aparecido en ti como una luz que se refleja examinado un poco por mis ojos, en su interior, de igual color pintada, me pareció que estaba nuestra efigie: y por ello mi vista en él ponía.

Como el geómetra entregado al cuadrado del círculo, que no encuentra, pensando, ese principio que precisa, estaba yo con esta visión nueva. Quería ver el modo en que se unía al círculo la imagen y en qué sitio.

Pero mis alas no eran para ello: si en mi mente no hubiera golpeado un fulgor que sus ansias satisfizo. Faltan fuerzas a la alta fantasía; mas ya mi voluntad y mi deseo giraban como ruedas que impulsaba Aquel que mueve el sol y las estrellas.

DANTE, GIOTTO Y SAN FRANCISCO DE ASÍS (2). DANTE CANTA Y GIOTTO PINTA LA VIDA DEL SANTO

La amistad entre Dante y Giotto es una leyenda, nunca confirmada, pero divulgada ya en la época del Renacimiento. Ambos eran florentinos y de la misma época. Dante Alighieri nació en Florencia en 1265, y murió exiliado en Ravena en 1321; Giotto di Bondone nació cerca de Florencia en 1267 y murió en Florencia en 1333.

Hay otra conexión entre Dante y Giotto, a través de San Francisco de Asís. En el Canto XI del “Paraíso” de su “Divina Comedia”, Dante destaca algunos aspectos de la vida del Santo. Los frescos de Giotto en la Basílica de Asís pintan también estos episodios, junto a otros.

SAN FRANCISCO, EL «PARAÍSO» DE LA «DIVINA COMEDIA» Y LA BASÍLICA DEL SANTO EN ASÍS

Este es un extracto del texto de Dante, en el «Paraíso» de la «Divina Comedia», dedicado a la vida de San Francisco. Dante se centra en la pobreza de Francisco, su relación con los papas que aprobaron la Orden de los Hermanos Menores OFM («franciscanos») y en su misión entre los musulmanes.

Acompaño el texto de Dante con los frescos, que pintó Giotto en la Basílica de San Francisco en Asís, relacionados con el texto. Los frescos de Giotto hacen una descripción más detallada de la vida del Santo.

CANTO XI. «PARAÍSO». «DIVINA COMEDIA»

Dice Dante, en el Canto XI del «Paraíso» de su «Divina Comedia»:

Entre el Tupín y el agua que desciende / del monte que eligió el beato Ubaldo / fértil cuesta de la alta cumbre pende.

Envíale ésta a Perugia, como heraldo / frío o calor por la Puerta del Sol y siente / detrás su yugo, con Nocera y Gualdo.

Allí, donde decrece la pendiente / un Sol nació al mundo, como nace / a veces en el Ganges el presente.

El que de tal lugar palabras hace / no diga Asís, que se quedara corto, / sino Oriente, si el buen decir le place.

No muy lejos hallábase el orto / cuando empezaba ya a sentir la tierra / de su mucha virtud algún conforto.

Por tal dama, joven, viose en guerra / con su padre, que ni a ella ni a la muerte / la puerta del placer nadie descierra.

Ante la corte espiritual su suerte / et coram patre con la de ella ha unido, / y cada día fue su amor más fuerte.

…………………………………

Mas porque yo no siga velado, / ve en Francisco y Pobreza a los amantes / que nombro en mi discurso dilatado.

Su concordia y letíficos semblantes, / maravilla y amor, mirar gozoso, / eran de santo celo estimulantes.

Y tanto, que Bernardo virtuoso / se descalzó el primero, y tras paz tanta / corrió y corriendo, hallóse perezoso.

¡Oh ignorada riqueza, ubertad santa! / descalzo Egidio al esposo seguía, y Silvestre; que así la esposa encanta.

A allí el padre y maestro ya se unía / con su familia, y la mujer sencilla, / que el humilde cabestro ya ceñía.

Vil no se siente ni la vista humilla / por ser hijo de Pedro Bernardón, / ni parecer indigno a maravilla.

Mas regiamente expone su intención / dura a Inocencio, y la papal tutela / pone el sello a la nueva religión.

Cuando creció la gente pobrezuela / tras su vida admirable, que amerita / verse cantada en la celeste escuela.

Giotto. Predicación ante Honorio III. Vida de San Francisco. Basílica de Asís

Con segunda corona fue suscrita / por Honorio, el Espíritu inspirando, / la santa sed de aquel archimandrita.

Giotto. Francisco ante el sultán. Vida de San Francisco. Basílica de Asís

Luego hallóse, el martirio procurando, / ante la Corte del Sultán superba / a Cristo y a los suyos predicando.

Porque halló la conversión acerba, / no queriendo allí estarse sin provecho, tornó a los frutos de italiana hierba.

Giotto. Imposición de las llagas. Vida de San Francisco. Basílica de Asís

Entre Arno y Tiber en rocoso trecho, de Cristo recibió el último signo / que dos años llevó en miembros y pecho.

El que lo eligió vio que era digno / de elevarle a los premios duraderos / que mereció creyendo que era indigno.

A sus hermanos, justos herederos / a aquella dama que le fue tan cara / mandó que amasen fieles y sinceros.

De su regazo el ánima preclara / quiso volver a su patria primera / sin que el cuerpo otra tumba le buscara.

DANTE, GIOTTO Y SAN FRANCISCO DE ASÍS (1). DANTE CANTA A LA PINTURA DE GIOTTO

La amistad entre Dante y Giotto es una leyenda, nunca confirmada, pero divulgada ya en la época del Renacimiento. Ambos eran florentinos y contemporáneos. Dante Alighieri nació en Florencia en 1265, de una familia noble, y murió exiliado en Ravena en 1321; Giotto di Bondone nació cerca de Florencia en 1267, en una familia campesina, y murió en Florencia en 1333.

Ambos participaron activamente en los cambios de la vida florentina de entonces, aunque Dante fue político y Giotto no. Dante renovó el lenguaje toscano, creando el moderno italiano; Giotto renovó el arte, poniendo las bases de la pintura renacentista.

Giotto pintó a Dante entre los personajes de los frescos de la Capilla del Podestà del Bargello. Y Dante se refiere a Giotto, con admiración, en su Divina Comedia.

CANTO XI. «PURGATORIO». «DIVINA COMEDIA»

Si no eran amigos, parece claro que Dante y Giotto se conocían.

En el Canto XI del “Purgatorio” de su “Divina Comedia”, Dante habla de Giotto y Cimabue, con el miniaturista Oderisi de Gubbio

Cimabue. Maestà de Santa Trinità. 1290. Uffizi. Florencia

¡Vanagloria de la grandeza humana! / ¡Qué poco dura tu verdor sobre la cumbre / si no le sigue una época de decadencia!

Creyó Cimabue de la pintura / reinar en el campo, que ahora es mantenido / por Giotto, que su fama vuelve oscura

Giotto. Maestà de Ognisanti. 1310. Uffizi. Florencia

DANTE, GIOTTO Y LA VIDA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS

Amigos o no, Dante y Giotto fueron seguidores de San Francisco de Asís. Aunque les interesan aspectos diferentes.

Dante era dirigente de los “güelfos blancos” de Florencia, el partido de la alta burguesía y la aristocracia, que apoyaba al Emperador de Alemania y las libertades municipales italianas, frente a los “güelfos negros” que apoyaban la política intervencionista del papado en las ciudades de Italia. Su franciscanismo recoge los aspectos más polémicos del Santo: la pobreza, la reconducción del cristianismo a los principios evangélicos, las tensiones con los papas o su pacífica defensa de la fe ante el Sultán.

Sandro Botticelli. Retrato de Dante. Colección particular

Giotto, en cambio, no tuvo una actividad política, como tal. Aunque contribuyó, con fuerza, al cambio cultural en Toscana e Italia en general. Al pintar los frescos de la Vida de San Francisco en la basílica de Asís, se adaptó a las instrucciones del obispo de Asís y los superiores de la Orden franciscana, ya abandonado el ideal de pobreza del fundador.

Anónimo. Retrato de Giotto. 1490. Louvre

Sin embargo, sigue habiendo una conexión entre Dante y Giotto, a través de San Francisco de Asís. Dante destaca algunos aspectos de la vida del Santo en el Canto XI del “Paraíso” de su “Divina Comedia”. Los frescos de Giotto en la Basílica de Asís pintan también estos episodios, junto a otros.

EL RENACIMIENTO EN FLORENCIA. EL PALACIO MEDICI Y SUS OBRAS DE ARTE (3/3)

El Palacio Medici albergaba la impresionante colección de obras de arte de los primeros Medici, realizadas en las últimas décadas del S XV, para Cosimo Medici y sus descendientes. Hoy en días están todas en museo de Florencia y de todo el mundo. 

SANDRO BOTICELLI. PALLAS Y EL CENTAURO 

Sandro Boticelli pintó Pallas y el Centauro en 1482. Actualmente se conserva en la Galería Uffizi de Florencia.

El lienzo fue pintado para Lorenzo de Medici: el escudo heráldico de Lorenzo se aparece el vestido de Palas. Estuvo situado en la antecámara del Palazzo Medici, cerca de la Primavera, también de Boticelli. 

Pallas / Athena, está de pie, armada con una alabarda y vestida con telas adornadas con coronas de olivo bordadas con anillos de diamantes cruzados y el lema «Deo amante«, usado por Cosimo il Vecchio y Lorenzo el Magnífico. Sujeta por el pelo al centauro, armado con un arco y un carcaj.

La figura de Pallas está influida por obras de Pietro Perugino y Luca Signorelli, con los que Botticelli trabajó en Roma. El centauro se inspira en relieves de sarcófagos romanos.

Las tres grandes obras mitológicas de Botticelli (Primavera, Nacimiento de Venus, Venus y Marte y también ésta) formaban parte de un ciclo temático neoplatónico.

La escena está cargada de significados filosóficos, conectados con los círculos de la Academia Neoplatónica de los Medici. Según el pensamiento filosófico de Marsilio Ficino, la escena podría considerarse una Alegoría de la Razón, la diosa que vence a la instintividad representada por el centauro.

FILIPPO LIPPI. ADORACIÓN DEL NIÑO 

La Adoración del Niño del Palacio Medici fue pintado por Filippo Lippi, en 1460 por encargo de Piero de Medici. Actualmente, está en la Gemälde Galerie de Berlín; en su ubicación original, la Capilla de los Magos del Palacio, hay una copia. 

La pintura decoraba el altar del ábside de la capilla privada de los Medici. Era el eje del ciclo de frescos con la Cabalgata de los Magos de Benozzo Gozzoli. 

El tema de esta pintura deriva de las Revelaciones de Santa Brígida de Suecia. Explica que vio a la Virgen en éxtasis, arrodillada adorando al Niño Jesús, tendido ante ella, después del milagroso nacimiento. 

Lippi agrega a San Juan Bautista (santo patrón de Florencia), vestido con una capa forrada de cuero y una vara cruciforme adornada de una filacteria con la inscripción Ecce Agnus Dei

En el cielo, Dios Padre bendice la escena. Los rayos de la paloma del Espíritu Santo descienden sobre el grupo. Al fondo, San Bernardo de Claraval, autor de homilías latinas dedicadas al Precursor.

La escena está construida sobre un paisaje de árboles y plantas, similar a los fondos de los tapices flamencos importados por la familia Medici a Florencia.

PAOLO UCELLO. BATALLA DE SAN ROMANO 

La Batalla de San Romano es un tríptico de Paolo Uccello de 1438. La batalla está representada en tres episodios en tres paneles, ahora divididos: Niccolò da Tolentino a la cabeza de los florentinos en la National Gallery de Londres; Bernardino della Carda derribado, en los Uffizi de Florencia; Intervención decisiva de Michele Attandolo enel Louvre de París.

La pintura representa la batalla entre florentinos y sieneses librada en San Romano en 1432.

Los sieneses, encabezados por Bernardino Ubaldini della Carda, tenían una clara superioridad. Los florentinos, al mando de Niccolò da Tolentino, atacaron repentinamente. Cuando la batalla se volvía contra Florencia, llegaron los refuerzos de las milicias florentinas de Micheletto da Cotignola. Los sieneses huyeron apresuradamente.

Las tablas contienen los experimentos de perspectiva de Uccello, que tanta fama le dieron entre sus contemporáneos. Crea una doble visión: separa la parte frontal del fondo, donde se mueven figuras de proporciones irreales y gusto gótico. 

El conjunto recuerda a los tapices góticos, entonces más valorados que las pinturas. Los colores de los caballeros corresponden por un lado a los de Florencia (rojo, plateado) y por el otro a los de Siena (negro, plateado). Caballeros y caballos van armados y enjaezados como para un torneo, no para una batalla. 

Paolo Ucello. Batalla de San Romano. Niccolò da Tolentino a la cabeza de los florentinos 

Niccolò da Tolentino a la cabeza de los florentinos 

La escena de la National Gallery se centra en la figura de Niccolò da Tolentino, con sombrero y sobre un caballo blanco, que incita a las tropas florentinas a atacar. Los florentinos han comenzado la batalla por sorpresa y atacan a los sieneses. 

A la izquierda ven las lanzas del ejército de Florencia listas para el ataque.

Bernardino della Carda, descabalgado

Paolo Ucello. Batalla de San Romano. Bernardino della Carda, descabalgado

La pintura de los Uffizi es la escena central. El punto focal es el caballo blanco de Bernardino della Carda, en el centro. El comandante sienés está cayendo, derribado por una lanza enemiga. Su entrepierna es simétrica a la del panel anterior.

Los caballos en movimiento son volúmenes, con colores irreales (rosa, blanco, azul). Los caballeros parecen maniquíes con armadura. Todo esto genera un efecto surrealista, onírico, en el que el drama del choque está ausente.

La batalla está en pleno desarrollo. Uccello pinta una escena abarrotada, donde además de la cuadrícula de lanzas, armas y escudos, hay caballos caídos.

Intervención decisiva de Michelotto di Colignola, con las milicias florentinas 

Paolo Ucello. Batalla de San Romano. Intervención de Michelotto di Colignola, 

La última escena, en el Louvre de París, trata de la llega de refuerzos florentinos, al mando del condottiero Michelotto di Colignola. La intervención de los refuerzos de las milicias ciudadanas florentinas fue decisiva: la batalla se estaba volviendo a favor de los sieneses.

Los florentinos aún no han entrado en batalla, por lo que el pintor no incluye lanzas y cuerpos caídos. La pintura tiene una composición diferente. Un solo frente de caballeros ocupa toda la pintura; no hay una segunda escena en el fondo.

Ucello construye un juego de líneas entre los caballeros, las lanzas levantadas para la batalla, los estandartes al viento y los cuerpos de los caballos.  

EL RENACIMIENTO EN FLORENCIA. EL PALACIO MEDICI Y SUS OBRAS DE ARTE (2/3)

El Palacio Medici albergaba la impresionante colección de obras de arte de los primeros Medici, realizadas en las últimas décadas del S XV, para Cosimo Medici y sus descendientes. Hoy en días están todas en museo de Florencia y de todo el mundo. 

BEATO ANGELICO Y FILIPPO LIPPI. ADORACIÓN DE LOS MAGOS 

La Adoración de los Magos o “Tondo Cook” fue iniciada por Fra Angelico, hacia 1440, y finalizada por su discípulo Fra Filippo Lippi, hacia 1480. Ahora está en la National Gallery of Art, Washington.

La procesión de los Magos tiene una estructura compleja. En espiral, va desde el fondo hacia la derecha y reaparece por el lado izquierdo, después de pasar por detrás de las montañas. Cruza un arco triunfal en ruinas, para acabar en primer plano ante la Sagrada Familia. La cabaña de la Natividad está en el centro.

Fra Angelico habría pintado la vista de la ciudad con sus típicos muros rosados, y la Virgen, de rasgos elegantes. Lippi habría hecho el resto: sus típicas ruinas y su incisivo uso del claroscuro.

DONATELLO. DAVID

El David es una escultura de  bronce de Donatello. Ahora se conserva en el Museo Nacional Bargello de Florencia, aunque fue concebido para estar en el patio del Palazzo Medici, y allí estuvo durante décadas. 

El David, fue realizado en la década de 1440, cuando el escultor trabajaba para Cosimo de Medici.

La estatua tiene los atributos del héroe bíblico (la cabeza de Goliat al pie, la espada). Simboliza las virtudes cívicas y el triunfo de la razón sobre la fuerza bruta y la irracionalidad.

El héroe está de pie, con sombrero. El cabello es largo y suelto. El cuerpo está desnudo, aparte de los zapatos que llegan hasta la rodilla; descansa en la pierna derecha y la izquierda se apoya en la cabeza de Goliat. Su mano derecha sostiene una espada y la izquierda esconde la piedra con la que aturdió a Goliat.

SANDRO BOTTICELLI. PRIMAVERA 

La Primavera de Sandro Botticelli, fue pintada en 1478. Ahora, se conserva en la Galería de los Uffizi de Florencia, pero estuvo en la antecámara de Lorenzo el Magnífico del Palazzo Medici. 

La alegoría de Venus, representada en el centro del cuadro, estaría vinculada a un horóscopo de Lorenzo. El filósofo neoplatónico Marsilio Ficino le había exhortado a inspirar sus acciones en su carta natal,dominada por Venus y Mercurio.

En una arboleda, en forma de semicúpula, sobre fondo de cielo azul, nueve personajes forman una composición equilibrada y simétrica alrededor de una mujer vestida de rojo y verde.  El terreno es un prado con plantas y flores.

La obra se desarrolla en un huerto de naranjos (el jardín de las Hespérides). Céfiro, viento del noroeste y primaveral dobla los árboles, atrae con su aliento a la ninfa Clori; ésta renace transformada en Flora, primavera, con vestido de flores. En el centro Venus, símbolo neoplatónico del amor. Arriba vuela su hijo Cupido. A la izquierda, las Gracias, bailando. 

A la izquierda Mercurio, con botas aladas, ahuyenta las nubes con el caduceo, para preservar una eterna primavera.

La Primavera está también cargada de símbolos mitológicos,  filosóficos, ligado a la Academia Neoplatóncia de los Medici.

EL RENACIMIENTO EN FLORENCIA. EL PALACIO MEDICI Y SUS OBRAS DE ARTE (1/3)

El Palacio Medici tiene algo especial: fue el hogar de los Medici en la Florencia del Renacimiento. Fue construido por el arquitecto Michelozzo de Bartolomeo entre 1444 y 1460.

El Palacio de Cosme Medici “El Viejo”

Michelozzo construyó el palacio, por encargo del patriarca de los Medici, Cosme / Cosimo el Viejo. Éste había rechazado un proyecto de Brunelleschi, por ser demasiado suntuoso.

Michelozzo, un arquitecto más discreto, realizó un palacio cúbico con un aspecto externo imponente, pero sobrio y austero, en torno a un patio central cuadrado con columnas corintias, inspirándose en los elementos clásicos usados por Alberti en el Palacio Rucellai. 

La época dorada de Lorenzo el Magnífico

Al final del Quattrocento las obras artísticas acumuladas por los Medici se conservaban en el palacio. El David de Donatello estaba en el patio central. Las tres pinturas de Ucello sobre la Batalla de San Romano, en las habitaciones de Lorenzo el Magnífico.

Lorenzo hospedaba a jóvenes artistas, como Miguel Angel, en el palacio. El círculo neoplatónico de los humanistas que rodeaban al Magnífico, como el filósofo Pico della Mirandola o el poeta Agnolo Poliziano, se reunían allí.

El Cinquecento

Con la muerte de Lorenzo en 1492, se acaba una época. Los florentinos, enardecidos por la predicación del fraile dominico Savonarola contra las costumbres lascivas y neopaganas de Florencia de los Medici, saquearon el palacio en 1494.

EL EDIFICIO

El palacio está en un lugar estratégico, en el centro del “Quartiere Mediceo”, a medio camino de las iglesias protegidas por los Medici: San Lorenzo y San Marco. El edificio renacentista de Michelozzo combina la tradición arquitectónica gótica florentina y el rigor clásico de Brunelleschi.

La forma del palacio es prácticamente cúbica, con un patio central.

Fachada

La fachada es sobria y elegante. Se usó sillar almohadillado, como símbolo de riqueza y poder.

Está dividida en tres pisos, por el diferente tratamiento de los aparejos rústicos y el almohadillado del muro. El almohadillado se gradúa, desde volúmenes mayores en el primer piso, hasta otros menores y más suaves y pulidos en los pisos altos. Cada piso se separa por cornisas voladas. El efecto es resaltar el piso noble.

En el centro de la fachada, un medallón luce el escudo con las armas de los Medici.

Patio

La tradición gótica florentina también está presente en el patio interior: cuadrado y con esgrafiados. Sugiere una simetría que no existe.

El patio tiene dos cuerpos. El inferior tiene una arcada sobre una serie de columnas de orden compuesto y medallones. El superior es macizo; en él se abren una serie de vanos.

CAPILLA DE LOS MAGOS / CAPELLA DEI MAGI

La Cappella dei Magi (1459) está en la planta noble del Palacio Medici. Por encargo de Piero di Cosimo “El Gotoso”, cabeza de la familia Medici, Benozzo Gozzoli pintó al fresco tres muros con el tema del Viaje de los Magos a Belén, un pretexto para glorificar a los Medici.

Los frescos representan un cortejo ecuestre de personajes, asistentes al Concilio de Florencia (1438-1439). Los Medici tuvieron un papel importante, en un acontecimiento histórico trascendente: reconciliación entre la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa, tras el Cisma de Oriente. El lujo y magnificencia de los dignatarios bizantinos impresionó, como se ve en las joyas y ropajes de los frescos.

Por otro lado, los frescos aluden a la Compagnia dei Magi : una importante congregación laica de Florencia, protegida por los Medici, que eran devotos de los Magos. Esta hermandad celebraba un festejo suntuoso, representando el viaje de los Reyes Magos por las calles.

Los colores predominantes están cargados de simbolismo teológico y político: blanco, rojo y verde son los colores de los Medici. Como fondo, aparece un detallado paisaje toscano, influido por la pintura flamenca.

Pared Este

En la pared Este, el más joven de los Magos abre la comitiva. montando un caballo blanco y vestido de ese mismo color. Gaspar procede de Asia, encarna la juventud del sol naciente, y lleva el incienso, que representa la fe, al igual que el color blanco.

Ha sido identificado con Lorenzo el Magnífico. En su compañía va el resto de la familia Medici. Piero «el Gotoso» en un caballo blanco y Cosme el Viejo, fundador de la dinastía, en un humilde burro. Les siguen dos grandes condotieros: Sigismondo Malatesta, Señor de Rímini, y Galeazzo Sforza, Duque de Milán. Tras ellos, ilustres florentinos: el humanista Marsilio Ficino, y representantes de los gremios y las casas bancarias de los Medici en Europa.

Benozzo Gozzoli, que mira al espectador, lleva un cartel en su sombrero rojo que indica Opus Benotii. Los jóvenes que están tras él han sido identificados como el pequeño Lorenzo (futuro «Magnífico») y su hermano menor, Giuliano.

Pared Sur

En la pared Sur se representa al mago de edad intermedia, montando un caballo blanco y vestido de verde. Baltasar, procedente de África encarna la madurez del sol de mediodía, y lleva la mirra, que simboliza la esperanza, como el color verde.

Está encarnado por el emperador bizantino Juan VIII Paleólogo. Los tres pajes a caballo que le siguen fueron identificados como las hijas de Piero.

Pared Oeste

En la pared Oeste se representa al mago de mayor edad, vestido de rojo. Melchor procede de Europa y encarna la vejez del sol poniente. Lleva el oro, que simboliza la caridad, como el color rojo.

Se le identifica con José II, el Patriarca de Constantinopla que murió en Florencia durante el Concilio. También se le identificado con el Emperador Segismundo (había convocado el Concilio de Constanza en 1414, donde se inició del diálogo con los bizantinos). Como Cosimo, monta un burro, en actitud apaciguadora. Les precede un paje vestido de azul con un leopardo sobre su caballo, que se ha identificado como Giuliano.

Ábside

En el ábside, se representa la vigilia de los pastores y coros angélicos, en el estilo de Fra Angelico, maestro de Gozzoli.

Como retablo para el altar se encargó a Filippo Lippi la Adoración en el bosque, que actualmente está en Berlín. En la capilla hay una copia.