Tren

EN TREN DE MANCHESTER A LEEDS. ENTRE LAS MONTAÑAS PENINES

Estos últimos cinco años, he cogido muchas veces el Transpenine Express: el tren que une Manchester y Leeds, cruzando por los Penines, las montañas que dividen Lancashire de Yorkshire. Hudersfield es la estación principal, entre ambas ciudades. El viaje es inolvidable. Dura una hora.


El tren atraviesa un corredor histórico, entre esos dos condados históricos. En la Edad Media, se construyó un camino, siguiendo los ríos que atravesaban las Penines; en el S. XVIII, un canal, que permitía el transporte de manufacturas y bienes hasta el mar y entre las ciudades; en el S. XIX, la línea de ferrocarril, que aún hoy funciona a pleno rendimiento. Miles de personas se desplazan por ese corredor, cada día.

El tren va pasando por el verdísimo y amplio valle, junto al canal  y el río. Se ven las Penines, en los lados: las faldas verdosas, a veces boscosas; las partes altas peladas y de color rosáceo. Detrás, el Peak District Nacional Park.

Medio tapadas por los frondosos árboles, van apareciendo las pequeñas ciudades industriales del recorrido. Verdaderos modelos de arqueología industrial. Se van viendo esas típicas ciudades, creadas en el S. XIX, como pequeños proyectos de bienestar colectivo.

Huddersfield es el principal centro industrial, y la mayor ciudad del camino. Conserva su arquitectura industrial y sus edificios públicos del S XIX. Iglesias, fábricas, casas de técnicos y de obreros, escuelas, ayuntamiento …

En alto, las grandes casas de los propietarios de la industria. Alrededor del río o en las faldas de las colinas, las colonias de los empleados.

Todo perfectamente organizado, conservado como hace cien años.

En estas ciudades, se creó la industria moderna; se produjo la primera Revolución Industrial. Se instaló la primera maquinaria textil, que aprovechaba la fuerza del agua del canal y del río, y se usaba el agua para las tareas de lavado de los tejidos. Vamos viendo la fábrica y los almacenes, junto al canal o la carretera. Varias iglesias neogóticas: anglicanas, presbiterianas, unitarias.

He recorrido este paisaje. Con todo tipo de climas. Lluvioso o soleado en Primavera u Otoño. Nevado en Invierno. Azul y brillante en Verano. En cualquier época, ofrece siempre esa belleza salvaje pero cuidada del paisaje. Se ve siempre, además, el esfuerzo del hombre por mejorar la vida natural. Y la tradicional combinación británica de trabajo, sentido práctico, y amor a la belleza y al arte.