DOS «COMENTARIOS AL APOCALIPSIS» EN CATALUÑA (2) EL «BEATO» DE GIRONA

Cataluña conserva dos los pocos ejemplares manuscritos del “Beato” o “Comentario al Apocalipsis” de Beato de Liébana, que han llegado hasta nuestros días.

Beato, monje en San Martín de Liébana, escribió un Comentario al Apocalipsis a final del S VIII. La obra se ha interpretado como un consuelo para los cristianos refugiados en el Norte de la Península Ibérica con la idea de la salvación, o una amenaza a herejes e infieles. 

A partir del S IX, el miedo al fin del mundo en el Año Mil contribuyó al éxito del Beato. En esa época, el manuscrito se reeditó con frecuencia, incluyendo ricas ilustraciones miniadas. Estas ediciones se difundieron por monasterios y catedrales. 

Estos manuscritos son célebres, por sus excepcionales miniaturas, que ilustran los capítulos del Apocalipsis .Son de un estilo “autóctono”, se dice que mozárabe, con poca influencia externa. Normalmente, son de autor desconocido; aunque los especialistas han establecido escuelas regionales e influencias entre los ejemplares. 

Actualmente, sólo se conservan 22 manuscritos del Beato con miniaturas. De entre los Beatos conservados, dos ejemplares muy bellos y completos están en Cataluña, desde la Edad Media: el Beato de la Seu d’Urgell y el Beato de Girona. 

EL BEATO DE GIRONA

El llamado Beato de Girona está en el Museo de la Catedral de Girona. Es excepcional, entre otras razones, porque se conoce a sus autores: el escritor Senior y los miniaturistas Ende, “pintora y sierva de Dios” (o sea monja) y Emeterius “monje y sacerdote”. Fue terminado en 975, en el scriptorium del Monasterio de Tábara, del Reino de León. Probablemente llegó a Cataluña antes de finalizar el siglo, y ya estaba en la Catedral de Girona en 1078.

El Beato de Gerona tiene 284 folios escritos en letra visigótica y está lujosamente decorado. Sus 131 miniaturas son muy ricas en policromía y abundan el oro y la plata. 

Además de los Comentarios al Apocalipsis de Beato, este manuscrito tiene una primera parte con miniaturas de la vida de Cristo y acaba con el Comentario de San Jerónimo al Libro de Daniel, rico en profecía escatológica como el Apocalipsis. Las tres partes están miniadas.  

El manuscrito de Girona es de estilo mozárabe, mayoritariamente. Sin embargo, la novedosa primera parte, sobre la vida de Cristo, se diferencia, porque recoge la influencia de las miniaturas carolingias y anuncia la llegada del románico. Las miniaturas mozárabes son esquemáticas y hieráticas. En cambio las del Beato de Girona son más naturalistas; las figuras son más esbeltas y se intenta la perspectiva y volumen en las vestiduras.

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