EPISODIOS NACIONALES DE PÉREZ GALDÓS … LOS APOSTÓLICOS … UN FACCIOSO MÁS Y ALGUNOS FRAILES MENOS

La Segunda Serie de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós acaba con «Los Apostólicos» y «Un Faccioso Más y Algunos Frailes Menos». Describe los estertores del reinado absolutista de Fernando VII, las luchas cortesanas de reaccionarios contra moderados y el triunfo de éstos últimos, que apoyan a la reina niña Isabel II y la regencia de su madre Dña. María Cristina de Borbón Dos Sicilias. Empieza el convulso constitucionalismo español del S. XIX.

LOS APOSTÓLICOS

Benito Pérez Galdós escribió Los Apostólicos, penúltima novela de la Segunda Serie de los Episodios Nacionales, en 1879. “Los Apostólicos» era una sociedad secreta y reaccionaria, del reinado de Fernando VII, que defendía las posturas de su hermano el infante D. Carlos, y su candidatura al trono.

Comienza en 1829, tras la entrada en Madrid de María Cristina de Borbón Dos Sicilias, última esposa de Fernando VII y madre de Isabel II.

Las conspiraciones en Palacio se multiplican. D. Carlos, apoyado por los apostólicos, presiona a su hermano, para que le nombre heredero del trono. Los liberales se coaligan con Dña. María Cristina, para que el Rey nombre heredera a su hija Isabel II.

La paralela trama melodramática de los protagonistas de esta novela se centra, en Salvador Monsalud (héroe liberal de la Segunda Serie de Episodios) y Soledad, que releva a Jenara en el protagonismo femenino. Galdós se recrea en personajes populares: Benigno Cordero, secundario antes e importante en esta novela; o el «pintoresco» Felicísimo Carnicero.

Tras el intento de golpe de Estado de D. Carlos, llamado los Sucesos de La Granja (1832), la novela se cierra con la anécdota del ministro Calomarde y la Infanta Luisa Carlota, hermana de la reina. Calomarde entregó a la Infanta el manuscrito en que el Rey moribundo reconocía a su hermano como heredero; Dña. Carlota lo rasga con furia y le dice, según Galdós:

Usted ha engañado a Su Majestad abusando de su estado moribundo; ha obrado en conformidad con su carácter, la bajeza, la doblez, la hipocresía».

Rojo como una amapola, Calomarde bajó los ojos. Aquella furibunda humillación del tiranuelo compensaba sus nueve años de insolente poder.

Ciega de furor, dejándose arrebatar de sus ímpetus de coraje, la Infanta dio algunos pasos hacia Su Excelencia, alzó el membrudo brazo, disparó la mano carnosa… ¡Plaf! Sobre los mofletes del ministro resonó la más soberana bofetada que se ha dado jamás.

Todos nos quedamos pálidos y suspensos. Calomarde se llevó la mano a la parte dolorida, y lívido, sudoroso, muerto, sólo dijo con ahogado acento: Señora, manos blancas…

No dijo más. La Infanta le volvió la espalda. Calomarde acabó para siempre como hombre político. Los apostólicos, cuando se llamaron carlistas, le despreciaron, y el execrable ministril se murió de tristeza.

Galdós describe algunas sociedades secretas de ese periodo, como Los Numantinos, cuyo objeto «era, como quien no dice nada, derrocar la tiranía. Los medios para conseguir este fin no podían ser más sencillos: matar al tirano y fundar una república a estilo griego».

UN FACCIOSO MÁS Y ALGUNOS FRAILES MENOS

Un Faccioso Más y Algunos Frailes Menos es la décima y última entrega de la Segunda Serie de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós. Fue escrita en 1879.

El título alude al Infante D. Carlos, líder de los reaccionarios que rodeaban a su hermano Fernando VII. Se le calificaba de «faccioso» por sus conspiraciones para conseguir el trono de España que su hermano moribundo dejaba a su hija, después Isabel II. Se refiere, también, a la matanza de frailes en 1834, a los que se acusó de provocar una epidemia de cólera en Madrid.

Se inicia en el Palacio de La Granja en 1832, tras la destitución del ministro absolutista Calomarde. Transcurre en el último año de Fernando VII, el comienzo de la guerra carlista y el principio de la Regencia de María Cristina de Borbón Dos Sicilias. ​

La historia política se entreteje con la de los protagonistas de la Segunda Serie. El liberal Salvador Monsalud y el reaccionario Carlos Navarro ‘Garrote’ y su mujer Jenara Baraona y Soledad. Siguen figurando los personajes populares y de clase media, típicos de las novelas galdosianas y también de los Episodios.

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