Saboya

LOS ALPES, REFUGIO DE LOS PROTESTANTES FRANCESES

Descubrimos una interesante conexión entre las minorías protestantes francesas e italianas y los Alpes, en nuestro viaje por los Alpes del Verano 2022.

Los protestantes franceses estaban enraizados en el Nordeste del Languedoc, desde el principio de la reforma, en el S XVI. Era una de las zonas donde los cátaros resistieron la invasión y persecución de los “cruzados” católicos del Norte de Francia.

Los Cevennes. El Languedoc rural protestante

NACIMIENTO Y RESISTENCIA EN EL LANGUEDOC RURAL

Las minorías protestantes del Nordeste de Languedoc fueron cruelmente perseguidas, y se defendieron a sangre y fuego. Muchos se refugiaron en las regiones vecinas, junto a los Alpes: en Francia, el Sur de Borgoña y el Ródano, el Delfinado y Saboya y en Italia, Aosta y Piamonte. 

DESARROLLO EN LAS CIUDADES DEL ESTE DE FRANCIA. RÍOS Y MONTAÑAS

EL ESTE DE FRANCIA, REFUGIO PARA LOS PROTESTANTES DEL LANGUEDOC

Los protestantes del Languedoc se refugiaron en las ciudades burguesas del Ródano (Lyon) y el Isère (Grenoble) y en las poblaciones rurales de los Alpes.

Las regiones alpinas del Delfinado, al Sur de Borgoña, eran relativamente autónomas, dentro del reino francés. Regadas por el Ródano y otros grandes ríos, rodeadas por los Alpes, habían formado parte del Imperio Germánico. En el S XVI, eran frontera entre el Imperio y Francia y paso obligado, para quien viajara entre el Mediterráneo y el Norte o entre Alemania y las llanuras francesas. Territorios de frontera, caminos de paso, gozaban de más libertad que el resto de Francia.

Los protestantes languedocianos formaron pequeñas minorías, en las mayores ciudades del Ródano y de los Alpes. Allí se encontraron con las comunidades burguesas humanistas de origen italiano. También se refugiaron en los valles rurales próximos a las montañas alpinas.

El Vieux Lyon está lleno de palacios y casas de la burguesía italiana, primeo comerciante, después industrial

LAS COMUNIDADES ITALIANAS DE LAS CIUDADES DEL ESTE DE FRANCIA

Las ciudades situadas en los caminos entre Francia e Italia acogían comerciantes italianos, desde la Edad Media, que controlaban el transporte de bienes entre Norte y Sur. Estos ricos mercaderes habían después invertido en industrias locales, como el textil.

El Grenoble medieval y renacentista conserva muestras de la influencia de sus burgueses italianos

Influida por el humanismo reformador de Toscana, la burguesía de origen italiano se sintió interesada por el protestantismo. Se crearon  comunidades protestantes en ciudades como en Grenoble o Lyon, que tenían un doble origen: menestrales venidos del Languedoc y burgueses venidos de Italia.

Grenoble

Grenoble. El Río Isère, la ciudad y los Alpes

En Grenoble, había una fuerte comunidad protestante, como en el resto del Delfinado. A partir de 1520, el pensamiento reformista se expandió por esta ciudad entonces de frontera, rodeada de montañas con comunidades protestantes rurales. Es la época de la predicación del languedociano Guillaume Farel, uno de los creadores del protestantismo francés.

Desde mediados del S XVI, el Delfinado fue clave en la guerra civil entre protestantes y católicos franceses. Grenoble se convirtió en centro de operaciones del famoso Barón des Adrets, el jefe más hábil y sanguinario del partido protestante. Ya en 1575, el líder protestante Lesdiguières dominaba Grenoble y el resto del Delfinado.

Colegiata de St. André, Grenoble. Fue iglesia protestante en el S XVI

La guerra civil acabó con el Edicto de Nantes de 1598, que toleraba la práctica del protestantismo, y permitió el desarrollo comercial e industrial del Delfinado.

La revocación del Edicto de Nantes en 1685 y la salida de los protestantes fue un golpe duro para Grenoble. Terminó un periodo de oro en la ciudad, que tenía una industria potente y había conseguido conservar las instituciones del Delfinado: el Lugarteniente General, el Parlamento …

Lyon. El Río Saona y el Vieux Lyon

Lyon

En Lyon, aguas arriba del Ródano y frontera con las semi-autónomas Borgoña y Saboya, se produjo un fenómeno similar. Segunda ciudad de Francia, tenía una importante comunidad de comerciantes y banqueros italianos, que habían traído el humanismo e industrializado la ciudad con sus fortunas. En este ambiente, propicio al reformismo religioso, se instalaron parte de los refugiados protestantes del alto Languedoc.

Ya a mediados del S XVI, los protestantes eran fuertes en los ambientes comerciales e industriales de Lyon, y tenían un papel clave en las instituciones municipales. Pasaron a ser perseguidos durante la guerra civil de protestantes y católicos, pero no desaparecieron.

Templo protestante del Vieux Lyon. S XVII

Como en Grenoble, el advenimiento de Enrique IV Borbón y su Edicto de tolerancia de los protestantes facilitaron la presencia calvinista en Lyon y fortalecieron la industria y comercio de la ciudad. Como en Grenoble, su persecución, durante el reinado de Luis XIV, hizo que los reformadores huyeran hacia los cantones suizos, especialmente las francófonas Ginebra y Lausana. 

PERSECUCIÓN Y REFUGIO

Los Valdenses

Valles valdenses, Piamonte. Refugio alpino de inconformistas cristianos, después protestantes

Parte de los protestantes del Languedoc se refugiaron en las montañas de los Alpes, especialmente entre las comunidades rurales del Delfinado, que ye tenían una tradición reformadora.

Otros cruzaron los Alpes, hacia Italia, para refugiarse en territorios de los Duques de Saboya, especialmente entre los valdenses.

Los valdenses formaban comunidades montañesas en el Piamonte, protegidos de las intervenciones foráneas por su difícil acceso. Estos “proto-protestantes” habían sido convertidos a un cristianismo austero y alejado de las jerarquías por Pierre Valdo, comerciante de Lyon huido al Delfinado y después a Aosta, en el S XIII. 

Más tarde, los valdenses, influidos por protestantes franceses y suizos, se habían afiliado al protestantismo calvinista suizo, en el S XVI. 

Ginebra, foco y refugio del protestantismo presbiteriano francófono

Ginebra

La situación de los protestantes en el Este de Francia fue cada vez más difícil, a partir de la revocación del Edicto de Nantes, en 1685. Muchos se dirigieron hacia su refugio más cercano, Suiza, cuyas grandes ciudades eran libres y protegían el protestantismo.

Zwinglio había triunfado en Zurich en 1520, Berna era protestante desde 1530 y Calvino dominaba Ginebra también desde 1530.

El Condado de Ginebra formaba parte de los dominios  de los duques de Saboya, los poderosos señores de los Alpes. Su burguesía, enfrentada siempre a su obispo y a los duques, acabó liberándose de ambos después de las revueltas de 1526. Apoyada por las protestantes Berna, Basilea y Zurich, abrazó la Reforma y llamó al rigorista Jean Calvin (“Calvino”), para que les dirigiera, primero espiritualmente, después políticamente también.

Ginebra, dirigida por Calvino, se convirtió en refugio clave para los protestantes franceses. De forma destacada, para los reformadores del Este: de Lyon o Grenoble.  

LOS ALPES, FRONTERA ENTRE CATOLICISMO Y PROTESTANTISMO

Los Alpes, separación entre Saboya, Delfinado y Piamonte y Suiza. Refugio de los protestantes

El protestantismo francés, en su forma calvinista, se producía, en gran parte, en territorios de los Duques de Saboya, los grandes señores semi-independientes de los Alpes. Su expansión les afectaba directamente.

Los Saboya extendían sus dominios por el Este de Francia (el Ducado de Saboya) y el Noroeste de Italia (el Principado del Piamonte). Instalada en sus fronteras suizas, la reforma protestante amenazaba con extenderse al territorio de los duques.

DEFENSA DEL CATOLICISMO EN SABOYA, FRENTE A GINEBRA

Los amenazados Saboya tuvieron una política ambigua, frente al protestantismo. A la vez, de tolerancia y de oposición, incluso de persecución.

Los Duques de Saboya convirtieron sus dominios franceses. la actual región de “Savoie” en el muro de contención católico frente a los avances evangélicos. Contención militar y política, pero también propagandista y espiritual.

Annecy

Annecy, al Norte de Saboya era la ciudad saboyarda más cercana a Ginebra y a la amenaza suiza protestante. 

Los Duques de Saboya organizaron la pequeña ciudad, como un escaparate del catolicismo. Reforzaron sus defensas militares, como el Castillo Ducal. Además, la convirtieron en sede de los obispos de Ginebra, expulsados por los protestantes. Es la época de San Francisco de Sales, obispo de Ginebra en el exilio y su uso como catedral de la mayor iglesia (gótica renacentista) y de la construcción de grandes iglesias barrocas.

Chambery

Chambery, más al Sur, era la capital de Saboya y residencia de los duques, cuando no estaban en la piamontesa Turín. 

Los Duques también reorganizaron la ciudad, para convertirla en plaza fuerte, centro del comercio alpino y modelo de ciudad católica. Reforzaron el Castillo Ducal, como defensa contra ataques del Norte protestante y, al tiempo, lo convirtieron en un gran palacio barroco.

Alrededor, se construyeron palacios de la nobleza cortesana y mansiones para la naciente burguesía. Los jesuitas construyeron su característica iglesia barroca y su mayor iglesia gótica ( S XV) se convirtió en catedral, como en Annecy.

PIAMONTE, ENTRE LA TOLERANCIA Y LA REPRESIÓN 

Turín. La minoritaria burguesía protestante de origen francés 

Desde mediados del S XVII y durante el S XVIII, los duques de Saboya convirtieron el Piamonte, en el Nordeste de Italia, en el centro de sus posesiones; y Turín pasó a ser la capital de sus dominios.

Turín experimentó una gran desarrollo comercial, industrial, burgués, urbano, en los S XVIII y XIX. La burguesía protestante, de origen francés y suizo, fue clave en ese desarrollo.

De nuevo, el control de los caminos de los Alpes fue básico, para el desarrollo de Turín, durante los SS XVII a XIX, como ciudad comercial primero, e industrial, después. En este ambiente, los protestantes venidos de Francia y de Suiza jugaron un papel decisivo, a pesar del catolicismo militante de los Duques de Saboya.

A su vez, las minorías valdenses, venidas desde sus valles montañosos a instalarse en el S XIX, vieron reconocidos sus derechos cívicos por los Saboya, con la instauración de la monarquía parlamentaria (oficialmente conocida como Reino de Cerdeña), a mediados del S XIX.

Templo Valdense en el ensanche del S XIX de Turín

Los valles valdenses del Piamonte, entre tolerancia y represión  

Los protestantes, dominantes en Berna, Lausana, Ginebra y otras comunidades de Suiza desde mediados del S XVI, pronto establecieron relaciones con los valdenses de los Alpes cercanos a Turín, en el Oeste del Piamonte. A partir del Sínodo de Merindol (1530), los valdenses se incorporaron al protestantismo presbiteriano dominante en Suiza. 

Torre Pellice, mayor centro urbano de los Valles Valdenses.
Destacan el Templo (protestante) y los otros edificios de estilo valdense

Los campesinos y artesanos protestantes valdenses del Valle de Aosta tuvieron menos suerte que sus correligionarios burgueses de Turín. Bajo los duques de Saboya y príncipes del Piamonte, pasaron por sucesivos periodos de represión y tolerancia, en los SS XVII y XVII. 

En cualquier caso, los valdenses lograron resistir, muchas veces huyendo a los cantones protestantes suizos; especialmente a Ginebra, donde había una influyente comunidad. A mediados del S XIX, el régimen constitucional de los Saboya (reyes de Cerdeña y príncipes del Piamonte, años después reyes de Italia) también reconoció sus derechos civiles y religiosos.

LOS ALPES, DOMINIO DE LOS DUQUES DE SABOYA

Descubrimos la importancia de los Duques de Saboya, en la Historia Medieval y Moderna de Europa, en nuestro viaje alrededor de los Alpes del Verano 2022.

El Ducado de Saboya (Condado hasta 1416) incluía los actuales departamentos franceses de Saboya y Alta Saboya, el Valle de Aosta y Piamonte en Italia y el condado de Ginebra en Suiza.

LOS SABOYA, ENTRE FRANCIA Y EL IMPERIO

Entre las monarquías francesa y germánica / española / austríaca, los soberanos saboyanos, grandes militares e inteligentes diplomáticos, se hacen imprescindibles.

El control por los condes (después duques) de Saboya de los pasos por los Alpes y su poderoso ejército fueron clave en las guerras europeas, medievales y modernas. Normalmente, se alineaban con el Imperio, pero no tenían problemas en cambiar de campo.

LOS SABOYA EN LA EDAD MEDIA

Las posesiones adquiridas por los condes de Saboya

Los Saboya aparecen en la Historia con el hundimiento del Imperio Carolingio. La base de su poder era el control militar de los principales puertos de montaña de acceso entre Francia, Italia y el Imperio Germánico.

Los primeros condes de Saboya eran originariamente señores de Annecy y Chambery (actual Saboya francesa), al Este de Francia y al Oeste de Imperio Romano Germánico.

Más tarde, en el S XIII, los Saboya conquistaron o adquirieron por matrimonio o herencia Ginebra y alrededores (Oeste de Suiza), y Turín y el Piamonte (Noroeste de Italia).

Al final de la Edad Media, los soberanos de Saboya habían pasado a controlar no sólo los puertos de montaña de los Alpes, sino sus principales ciudades y señoríos, a caballo entre las actuales Francia e Italia, entre el Mediterráneo y el Norte de Europa.

La política de los Saboya se definió, durante siglos, por su desconfianza ante al auge de Francia, a raíz de la caída del vecino Delfinado bajo yugo francés desde el S XIV. Normalmente, se aliaban con el Imperio Germánico, tradicional enemigo de Francia, para impedir el expansionismo de ésta. Aunque cambiaron de bando, en alguna ocasión.

Amadeo VIII, Duque de Saboya.
Samuel Guichenou. Historia de la Casa de Saboya

Amadeo VIII

Amadeo VIII (1383-1451), Conde de Saboya, consolidó su dominio sobre el condado de Ginebra y todo el Piamonte. El “portero de los Alpes” controlaba el territorio desde el Oeste de la Suiza actual hasta el Este de Francia. 

El Emperador germánico Segismundo concedió a Amadeo el título de duque. Éste reforzó las instituciones, modernizó la legislación y convirtió su corte en un centro cultural.

Castillo de Ripaille. Última residencia de Amadeo VIII

Amadeo acabó renunciando al poder y se volcó en la religión, retirado en su Castillo de Ripaille. En ese momento, la Iglesia católica se veía sacudida por el Gran Cisma. En 1439, el Concilio de Basilea le eligió papa, con el nombre de Félix V. Dedicó la década de su pontificado a acabar con el Cisma, renunciando al papado antes de morir.

Amadeo VIII, Papa Félix V

Desde la muerte de Amadeo VIII, los duques de Saboya se enfrentaron a dos peligros constantes: el poder del reino de Francia y el crecimiento protestante. En 1526, perdieron Ginebra, que se incorporó a la Reforma. Y Francia ocupó la actual Saboya francesa, durante un decenio a partir de 1536.

Chambery. Palacio de los duques de Saboya

CRISIS Y RESURRECCIÓN EN LA EDAD MODERNA

Manuel Filiberto

Para oponerse a Francia y al protestantismo, los duques se apoyaron en el otro eje de la política europea, el Imperio Germánico y España. Al tiempo, los piamonteses aumentaron su influencia: frente a Turín, Chambéry, estaba demasiado cerca de Francia.

Figura clave fue el Duque Manuel Filiberto (1528-1580), uno de los más importantes generales del Emperador Carlos V de Alemania, primero, y del Rey Felipe II, después. 

Juan Pantoja de la Cruz. Manuel Filiberto de Saboya

Manuel Filiberto recuperó los territorios de Saboya controlados por el Rey de Francia. Hizo de sus posesiones un Estado moderno y convirtió el Ducado en una plaza comercial: encajes, especias, paños de seda y de lana, cueros.

En la época de Manuel Filiberto, se inició el desplazamiento del centro de gravedad del estado saboyano: trasladó la capital de Chambéry (en la Saboya “francesa”) a Turín (en el Piamonte “italiano”).

La Contrarreforma

En el S XVII, Saboya se erigió en bastión de la Contrarreforma, frente al protestantismo de Ginebra y de gran parte de Suiza.  Los duques apoyaron la política de recuperación de posiciones, impulsada por los papas. Pusieron en marcha el programa de predicación de San Francisco de Sales, obispo de Ginebra “en el exilio” desde 1603, instalado en Annecy.

Annecy, al Norte de Saboya, ciudad saboyarda muy cerca de la protestante Ginebra, se convirtió en primera línea de defensa y escaparate del catolicismo. Reforzaron sus defensas militares y construyeron grandes iglesias.

Los duques también desarrollaron Chambery, más al Sur, capital de Saboya y residencia de los duques, cuando no estaban en la piamontesa Turín.  Reforzaron su papel como centro nobiliario y comercial.

Los duques apoyaron la construcción, en sus territorios de Saboya y Piamonte, de nuevas iglesias de estilo barroco, muy influidas por la moda jesuita italiana.

LOS REYES ILUSTRADOS. LOS SABOYA «PIAMONTESES»

A fines del S XVII y en el S XVIII, los soberanos saboyanos siguieron sosteniendo el equilibrio europeo, frente al expansionismo de Francia, apoyando el eje formado por el Imperio, Inglaterra y los Países Bajos.

Guerras europeas y reformismo ilustrado

Víctor Amadeo II (1666-1732) fue muy activo contra Luis XIV y a favor del Imperio Austríaco e Inglaterra y Países Bajos. Consolidó sus posesiones en Francia e Italia y obtuvo el Reino de Cerdeña en 1720.


Martin van Meytens. Vittorio Amedeo II. 1728. Palacio Venaria. Turín

Víctor Amadeo II y su hijo Carlos Manuel III (1701-1773) implementaron reformas, en Saboya y Piamonte. Racionalizaron la administración y los impuestos y la legislación civil. Disminuyeron la influencia de nobleza rural y clero; y reforzaron la industria y la posición de municipios y burguesía.

DE LA REVOLUCIÓN A LA CREACIÓN DEL REINO DE ITALIA

En 1792, Francia invadió Saboya. Sin embargo, con el hundimiento de Napoleón, retornaron los Duques de Saboya. Víctor Manuel I (1759-1824) restauró el régimen absoluto y el poder del clero, que continuaron sus sucesores. 

En la segunda mitad del S XIX, la casa de Saboya instauró un régimen parlamentario y encabezó el movimiento por la unidad italiana. Así, Víctor Manuel II (1820-1878) cedió Saboya a Francia, a cambio de ayuda militar, para incorporar a su reino el resto de Italia.  Camilo Benso, Conde de Cavour, de padre turinés y madre ginebrina, fue su Primer Ministro de 1850 a 1861, apoyado en la mayoría parlamentaria de su Partido Liberal.

El Ensanche del Turín del S XIX

A partir de los años 1850, los duques de Saboya perdieron su conexión política con la Saboya histórica, francesa, y se volcaron en Italia. Como Reyes de Cerdeña y Príncipes del Piamonte, lideraron la unidad italiana y acabaron convertidos en reyes de Italia, hasta después de la Segunda Guerra Mundial. 

UN VERANO POR LOS ALPES (4/5) ANNECY Y CHAMBÉRY

Desde Ginebra, nos dirigimos al Sur y entramos en la Saboya francesa, por autopistas sinuosas y entre altísimas montañas. Recorremos los lagos de Annecy y Le Bourget y visitamos las dos ciudades de Saboya, capitales de los dos departamentos y centros históricos más destacados.

ANNECY

Annecy está en el extremo Sur del lago de su nombre. Combina la impresionante belleza del lago, rodeado de montañas, con un bonito centro medieval, muy bien conservado.

Lago Annecy

Recorrer el Lago de Annecy es una experiencia muy gratificante. 

Empezamos paseando por los bordes del lago en la propia ciudad de Annecy, incluida la pradera del Paquier, junto al agua y rodeada de plátanos. Las vistas sobre el lago combinan el azul del agua y el verde y gris de las altas montañas.

En días sucesivos, atravesamos el lago en barco y le dimos la vuelta en coche, siguiendo los consejos de la Guía Verde Michelin.

Por el Este, Veyrier se estrecha entre el lago y la montaña; Menthon también, a los pies del Mont Veyrier y el Roc de Chère; Tailloires marca el extremo Sudeste del lago. Subimos por el Oeste; nos bañamos y comemos en Duingt; y acabamos en el castillo de Servier, hasta llegar a Annecy. 

Viejo Annecy

El Viejo Annecy, construido sobre el río que sale del lago y varios canales, combina en sus edificios su pasado medieval feudal y su activismo en la Contrarreforma del S XVI y XVII, frente a la calvinista Ginebra.

Annecy era una pequeña villa del condado de Ginebra, cuando éste era de los Saboya. Al vencer los protestantes en Ginebra en el S XVI, los Saboya hicieron de Annecy el centro de la Contrarreforma alpina, frente a Calvino y los presbiterianos ginebrinos. San Francisco de Sales, obispo de Ginebra en el exilio, dirigió desde aquí sus campañas contra el calvinismo. 

En lo alto, sobre un risco, el Castillo de los Condes de Ginebra y duques de Saboya, gótico.

Abajo, bordeando la montaña y entre río y canales, la ciudad medieval;  sus edificios de color claro, rosa, amarillo, naranja, y sus pasajes porticados, recuerdan a Italia.

Puente sobre el Thiou y Palais de l’ Ile

El Puente sobre el Thiou y el Palais de l’ Ile forman la imagen característica de Annecy. El pequeño palacio gótico, en una isla sobre el río, fue residencia del delegado del conde.

Iglesias y Contrarreforma

Los Duques de Saboya convirtieron Annecy en bastión de la Contrarreforma. El Obispo de Ginebra, expulsado por los burgueses protestantes, se instaló aquí.

Las iglesias del Viejo Annecy nos llevan de la Edad Media a la Contrarreforma. St. Maurice, gótica del S XV, es la típica iglesia dominica de una sola nave.

Muy cerca, St. François de Sales, donde predicó el santo, tiene fachada barroca jesuita e interior barroco recargado, muy italiano.

Catedral St. Pierre, fachada renacentista e interior gótico. Palacio episcopal

Por las calles medievales, nos cruzamos con la Catedral St. Pierre: su fachada renacentista contrasta con el interior gótico franciscano del S XV. San Francisco de Sales, obispo de Ginebra pero instalado en Annecy, dirigió la Contrarreforma católica desde aquí.

Cerca, el palacio episcopal y otros palacios del S XVI, XVII y XVIII, renacentistas o neoclásicos; varios están relacionados con S. Francisco de Sales o con Rousseau, que vivió en Annecy. 

Dormimos en Annecy. Al día siguiente, nos dirigimos hacia Chambery, capital histórica de Saboya y sede de la administración ducal.

CHAMBÉRY

Chambéry, también rodeada por montañas alpinas, fue la capital del Condado (después Ducado de Saboya), en la Edad Media y primera Edad Moderna. Nos lo recuerda el castillo ducal, hoy prefectura.

Capital de los Saboya. Castillo Ducal

El Castillo Ducal, en lo alto de una colina, es de los SS XIV y XV, con una fachada neoclásica añadida en el S XVIII. Junto a él, la Sainte Chapelle barroca por fuera y gótica flamígera, construida por los Saboya, para la Sábana Santa, hoy en Turín. 

Estos edificios oficiales dominan la Plaza del Castillo, imponente con sus “hoteles” (palacios) del S XVII y XVIII.

Ciudad antigua.  Cortesanos y funcionarios de los Saboya 

Desde el castillo, se extiende la ciudad por la llanura, hasta la catedral. La parte más próxima conserva su estructura medieval y edificios tradicionales. Nos llamaron la atención las “allées”, pasajes bajo bóvedas, que unen las calles por el interior de los edificios.  

Destacan los palacios renacentistas y barrocos de nobleza y altos funcionarios saboyardos. La administración de los duques de Saboya, estuvo en Chambéry hasta su traslado a Turín.

En la Place St. Leger, alargada como una calle y con varias fuentes en medio, los “hôtels” Chollet y Dieulefils. En la Rue Croix d’ Or, los “hôtels” Castegnery y des Marches, de estilo italiano. 

La Catedral tiene fachada e interior góticos; el interior es amplio, franciscano, de una sola nave.  

Lago de Bourget

Situada cerca del Macizo alpino de la Chartreuse, Chambéry tiene próximo el Lago de Le Bourget, el mayor de los Alpes. Lo recorremos en coche. Nos paramos en varios de los sitios que recomienda la Guía Verde Michelin.

La Abadía de Hautecombe, gótica renovada en el S XIX, es el lugar de enterramiento de los Duques de Saboya.

Nos paramos en Chanaz, para ver sus canales navegables, que unen el lago con el Río Ródano.

En Aix Les Bains, vimos sus puertos deportivos y playas particulares.

UN VERANO POR LOS ALPES (3/5) GINEBRA

Este Verano, hemos recorrido parte de las ciudades de los Alpes franceses, italianos y suizos. Estos territorios formaron el antiguo Ducado de Saboya, del S XIII al S XIX, y fueron el núcleo de la resistencia protestante, en los S XVI y XVII.

Desde Turín, en el italiano Piamonte, cruzamos los Alpes, de nuevo, esta vez hacia Suiza.

Ginebra vista desde el Lago Leman

GINEBRA

Ginebra se extiende por las dos riberas del Lago Lemán y del Río Ródano. Su historia se centra en la colina de la ciudad medieval, pero se extendió alrededor del lago ya en el S XVIII. 

Ambas orillas del Lago Leman en Ginebra

Ginebra era posesión de los Saboya en la Edad Media. A principios del S XVI, sus burgueses, aliados con las protestantes Berna y Zurich, expulsan a su obispo, imponen la Reforma y acogen a Calvino. Liderados por éste, se independizaron de los duques de Saboya y organizaron una rígida república teocrática.

La ciudad antigua y la Ginebra bancaria, delante, vistas desde el Lago Leman

Ginebra se convirtió en asilo, para protestantes e intelectuales en desacuerdo con la Iglesia católica.

La ciudad es un centro financiero y diplomático de nivel mundial. Es la sede de importantes bancos y de organismos de las Naciones Unidas y de la Cruz Roja.

LAGO LEMAN, BARRIO INTERNACIONAL

Quai de Montblanc

El Lago Leman es omnipresente en Ginebra. En cuanto llegamos, nos lanzamos a ver la rada y el “Jet d’ eau”.  El lago, como siempre, está animado por embarcaciones particulares y “mouettes”, que transportan ginebrinos y turistas de un lado al otro del lago. En días posteriores, recorremos las dos riberas.  

En la ribera derecha, Quai Montblanc, ofrece perspectivas de los edificios de enfrente, del lago y las montañas que lo rodean. Los parques de Mon Répos, la Perle du Lac y Villa Barton bordean el lago; en ellos se levantan elegantes mansiones clásicas.  

Barrio Internacional de Ginebra, cerca del Lago. A la izquierda, el Palais des Nations, a la derecha la OMPI

Al lado de los parques, está el Barrio Internacional. En torno a la Plaza de las Naciones, enmarcada por el parque de la Ariana y edificios modernos, edificios bancarios e instituciones internacionales. En él se encuentran el Palacio de las Naciones de la ONU, la OMPI o la Cruz Roja.

Cansados del paseo, cruzamos en una “mouette” a la ribera izquierda. Paseamos por el Jardín Anglais y comemos allí; vistas del lago, los elegantes hoteles de la otra orilla y las montañas del Jura.

CIUDAD ANTIGUA. OBISPO, BURGUESÍA, REFORMA

Plaza Bourg de Four, a la izquierda, y una las fuentes de la Ciudad Antigua, a la derecha

La ciudad antigua nos evoca inmediatamente su pasado medieval, y después calvinista. Iniciamos la subida en la Place Bourg de Four, llena de restaurantes y rodeada de edificios con antiguas enseñas de albergues. 

Por entre calles y pequeñas plazas con fuentes, nos adentramos en la ciudad antigua.

Catedral (hoy iglesia calvinista) de St. Pierre

Subimos hasta la Catedral de St. Pierre, gótica de los SS XIII a XV, sede medieval del obispo de Ginebra. Tiene una fachada neoclásica y un interior gótico de tres naves, sobrio pero imponente. Desde su cátedra, Calvino predicó la Reforma y la impuso.

Junto a la Catedral, el neoclásico Palais Mallet ( S XVIII) alberga el Museo de la Reforma; detrás, el Auditoire, pequeña iglesia gótica donde Calvino dio sus primeros sermones. 

Muy cerca, el Ayuntamiento gótico del S XVI, tiene un bello patio interior. Enfrente, las arcadas del antiguo Arsenal, la Maison Tavel (gótica, elegante fachada con ventanas y una torre) y otras casas renacentistas. 

Alrededor de la Catedral y del Ayuntamiento, calles medievales rectilíneas, con muchas casas burguesas y nobiliarias renacentistas y neoclásicas. La pintoresca Grand’ Rue acoge la casa de Rousseau y anticuarios, libreros, galerías de arte.

La impresionante Rue des Granges está bordeada de “hotels» de estilo francés del S XVIII, construidos para la aristocracia ginebrina … Queda lejos la austeridad calvinista de sus abuelos.

CALVINISMO E ILUSTRACIÓN

Un hilo sutil une en Ginebra a reformadores protestantes del S XVI e ilustrados escépticos del S XVIII.

Calvino es omnipresente; hemos visto «su» auditorio, «su» catedral, «su» ayuntamiento. Pero Rousseau es también importante aquí, donde nació y vivió.; vimos su casa en el centro. Voltaire también: otro intelectual exiliado, como Calvino: vimos su casa, en una de las colinas que rodean la ciudad. 

MUSEO DE BELLAS ARTES

Junto a la Ciudad Antigua, en una colina, están varios de los museo de Ginebra. Entre ellos, el Museo de Bellas Artes y de Historia MBAH, enorme edificio del S XIX, en la tradición germánica de museos enciclopédicos. Alberga desde antigüedades egipcias, hasta pintura del S XX.

El Museo tiene una destacada colección de pintura germánica gótica y renacentista.

Konrad Witz. La pesca milagrosa. 1444

Dedicamos tiempo a la colección de pinturas de paisaje pre-impresionistas, impresionistas. Muchas veces, paisajes con un lago o un río o una marina. Me fijé en el precursor Corot y su vista del Lago Leman; y en el distinto tratamiento del agua por Monet y Sisley

De izquierda a derecha: Corot «Quai des Paquis» 1842, Monet «Cabaña de Sainte Addresse» 1867, Sisley «Paisaje de Saint Mammes» 1884

Junto a los paisajes impresionistas, vimos otros, más tardíos y diferentes, de los postimpresionistas Van Gogh y Cezanne.

El Museo tiene una gran colección de pintura suiza del S. XIX y del S. XX. Muchos de los cuadros recogen los impresionantes paisajes suizos. Destaca el postimpresionista «sui generis» Ferdinand Hodler, con sus paisajes de lagos y montañas de su país.

UN VERANO POR LOS ALPES (1/5) GRENOBLE

Este Verano, hemos recorrido parte de las ciudades de los Alpes franceses, italianos y suizos. Estos territorios formaron el antiguo Ducado de Saboya, del S XIII al S XIX, y fueron el núcleo de la resistencia protestante, en los S XVI y XVII.

Entramos en los Alpes por Grenoble, “capital” del antiguo Delfinado francés. Está en un cuadro grandioso: en el valle y junto al Río Isère, rodeada de montañas, que se ven desde cualquier punto de la ciudad. 

GRENOBLE

Punto clave en el paso de los Alpes entre Francia e Italia, ciudad comercial y textil en la Edad Media, Grenoble decayó a partir del S XIV, al incorporarse el Delfinado a Francia. “Resucitó” a fines del S XIX (producción de electricidad y cemento) y el S XX (industria farmacéutica). 

GRENOBLE MEDIEVAL, CENTRO DEL DELFINADO

Recorremos el “Viejo Grenoble”, casi todo peatonal. Clave en el paso de los Alpes, entre Francia e Italia, Grenoble fue una ciudad comercial y textil en la Edad Media, bajo sus señores, los “delfines”, y después bajo el rey de Francia. El viejo Grenoble conserva sus calles y plazas medievales, con edificios del S XVIII, varios relacionados con Stendhal, que vivió en la ciudad. 

Las calles medievales “envuelven” la Colegiata de St. André, gótica “francesa” de tres naves del S XIII, con una hermosa torre del S XV. La Colegiata, en su día capilla de los delfines, es centro del catolicismo tradicionalista, muy fuerte en Francia. 

Descansamos en el “Jardin de Ville”, jardín a la francesa junto al Río Isere, que bordea la ciudad medieval. En uno de sus lados, el Hôtel des Lesdiguieres (S XVI), antiguo gobierno del Delfinado y después ayuntamiento hasta los años 60.

PARLAMENTO Y CATEDRAL

La ciudad medieval culmina en el Palacio del Parlamento, junto al Río Isere, construido por los reyes de Francia, cuando ocuparon el Delfinado y sus herederos pasaron a ser “delfines”. Gran parte del edificio es gótico flamígero del S XV; el resto, renacentista. 

Fuera del recinto medieval burgués, la Catedral de Notre Dame, gótica “francesa” también, con cinco naves. Alrededor de la iglesia, la plaza acoge cafés y bistrots. 

LA CIUDAD MODERNA

Grenoble creció fuera del recinto medieval, en el S XIX, a partir de la industrialización. Primero, la explotación de la electricidad, producida por los saltos de agua; después la fabricación de cemento.

A principios del XX, se empezaron a desarrollar industrias farmaéuticas. Paul Mistral, alcalde socialista en los 20 y 30, impulsó la construcción de barrios nuevos con edificios Art Déco.

En la segunda mitad del S XX, Grenoble desarrolló aún más su industria farmacéutica y el turismo, como gran centro alpino. A. Michallon, alcalde socialista en los 60 y 70, consigue los juegos olímpicos, moderniza la ciudad y convierte el Museo de Grenoble en referencia dentro del arte moderno … Signac, Bonnard, Matisse, Vlamink, Van Dongen, Ernst, Picasso, Leger, Klee, Miró, Kandinsky …